Y desataron la cólera de Dios

Ocurriría durante los Juegos Olímpicos de Múnich del año 1972, concretamente entre los días 5 y 6 de Septiembre. Once miembros del equipo olímpico israelí fueron tomados rehenes y asesinados por un comando del grupo terrorista Septiembre Negro, una facción de la Organización para la Liberación de Palestina, liderada en aquellos años por un tal Yasir Arafat (si; el mismo al que en los años 90 dieron un Premio Nobel de la Paz). Los miembros del comando terrorista demandaban la liberación de 234 prisioneros alojados en cárceles israelíes, así como la liberación de los fundadores de la Fracción del Ejército Rojo, presos en Alemania, algo a lo que no se accedió. Esos desgraciados, terroristas e implicados, no se imaginaban que con esa acción estaban cavando su propia tumba. Se iba a desatar sobre ellos la cólera de Dios. 

En aquellos años Golda Meir, la cual era Primera Ministra de Israel ordenó a los Servicios de Inteligencia israelíes, especialmente al Mossad (para algunos expertos el mejor servicio de inteligencia del mundo), dar alcance a todos los cabecillas, así como los que de una forma indirecta involucrados en la que sería conocida como masacre de Múnich. La operación sería llamada "Cólera de Dios".

Golda Meir

Esta especie de guerra secreta estaba dentro de una guerra mayor, la que ha tenido lugar desde los años 40 y 50 entre palestinos e israelies. Durante la operación, unidades de agentes israelíes mataron a docenas de palestinos y árabes en el continente europeo, aunque se asegura que algunos de los individuos asesinados no tenían nada que ver con la masacre. 

 

Por otra parte, lanzó un ataque militar adicional en el interior de Líbano destinado a matar a importantes objetivos palestinos. Eso motivo actos de represalia por parte de Septiembre Negro contra miembros e intereses del gobierno israelí en todo el mundo. Esta guerra es tan secreta que se duda su tiempo de duración. Es evidente que sobrevivió a la etapa de Meir (que dejo su puesto en 1974), aunque se dice que pudo durar hasta 20 años. 

Las críticas a Israel fueron enormes, aunque a día de hoy siguen habiendo detalles que no se pueden verificar. Lo cierto es que la operación que tuvo como nombre cólera de Dios es uno de los casos más paradigmáticos de guerra sucia contra el terrorismo.