Hoy estamos aquí, pero mañana... la vida es el mayor milagro de todo, pero también una de las cosas más frágiles. Nos preocupamos del dinero, de si me salen o no las cosas, los estudios y de mil y un temas, pero ¿y la vida?
Un caso reciente es cuando alguien que acaba de hacer la compra de súbito le da un infarto y muere en la calle o un atentado o un accidente de coche... esas personas ayer tendrían preocupaciones, proyectos, esperanzas e ilusiones y de un plumazo todas se fueron como un rayo (según escribiría Miguel Hernández en su famosa elegía a Ramón Síje). La parca es implacablemente dura y nos recuerda que hay que disfrutar de cada momento, disfrutar todos los instantes y no preocuparse de cosas que aún pueden tener solución. Que aunque parezca algo lejano la muerte forma parte de la propia vida y los momentos hay que disfrutarlos.
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