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sábado, 22 de octubre de 2016

La francesa que nos enamoró

"Es bella como la muerte, seductora como el pecado y fría como la virtud"
                                                                                                                    Luis Buñuel

Hija de actores y hermana de actores, estaba claro que Catherine Fabienne Dorléac iba para actriz, pero el camino no sería fácil. De hecho, la primera que triunfó sería su hermana Françoise, la cual alcanzó el estrellato en una época donde se impuso la Nouvelle Vague francesa. Gracias a su hermana, Catherine conoció a grandes cineastas como Truffaut, Polanski y Luis Buñuel, el cual quedó prendado de la joven y la tendría en cuenta para futuros proyectos. A nivel interpretativo, Catherine cambió su apellido paterno por el materno, Deneuve, pasando a ser conocida como Catherine Deneuve.


Catherine siempre ha destacado por su papel de mujeres misteriosas y en muchos puntos distantes, algo que ayudo al mencionado Polanski a hacer su "Repulsión". No obstante, dos años antes (en 1963) grabaría su primer gran éxito con "Los paraguas de Cherburgo", de Jacques Demy, con el que realizó varias películas en el papel protagónico. 


En 1967 grabaría junto a su hermana  Françoise el musical "Las señoritas de Rochefort", recordándose aún en la zona el momento del rodaje con las dos hermanas juntas por primera y única vez. Dos meses después,  Françoise moría en accidente de tráfico, algo que afecto notablemente a Catherine.

Françoise y Catherine

Sin embargo, la vida sigue. Y Catherine Deneuve siguió su carrera basicamente en Francia, siendo una de las musas de Luis Buñuel con el que rodó "Tristana" (que era de producción española) y muy especialmente "Bella de Día (Belle de Jour)", ña cual hizo que su fama se acrecentara notablemente. 


Llamativamente, Catherine no tuvo el mismo éxito en el mundo anglosajón que en el continente europeo. "Repulsión" fue el único logro de aquellos años, aunque era de producción inglesa, mientras, a pesar de realizar películas en los Estados Unidos, no logró establecerse como estrella hollywoodiense. De ahí no es de extrañar que sólo haya sido una vez finalista para los premios Oscar por su papel en la ganadora del premio en lengua no inglesa "Indochina" del año 1992. 


Otros grandes de la dirección que tuvieron la suerte de contar con Catherine fueron  Manoel de Oliveira,  Marcel Camus, Dino Risi, Agnès Varda, André Téchiné, Hugo Santiago, François Truffaut, Lars von Trier y François Ozon entre muchos otros brillantes cineastas europeos.


Sin embargo, la figura de Catherine, a la que algunos denominaron la doncella de hielo o rubia de hielo por esos papeles de mujer fría y distante, es una de las grandes personalidades de Francia, destacando por ser musa del diseñador Yves Saint Laurent o poner su rostro a la  Marianne, el símbolo nacional de la república francesa, desde 1985 a 1989 sin dejar de decir que es embajadora de buena voluntad de la UNESCO.


Muchos años han pasado desde sus primeros éxitos y Catherine, la gran Catherine Deneuve, es una de esas figuras que aún cautivan. Efectivamente, será la mujer de hielo, pero lo cierto es que Catherine Deneuve es la francesa que nos enamoro. 

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