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lunes, 18 de julio de 2016

Martin Luther King vs. Malcolm X

Durante los años 60 se extendieron por los Estados Unidos una serie de incidentes raciales en los que las personas negras se manifestaban a favor de sus derechos tanto personales (la tristemente conocida separación entre negros y blancos) y políticos. Fue en los años de plomo de la discrimación racial cuando surgieron dos lideres, que supuestamente buscaban lo mismo, pero por distintos metodos: Martin Luther King y Malcolm X.


La cosa estaba clara. King, pastor baptista, era un firme defensor de conseguir la igualdad entre negros y blancos. Para King, el blanco por si mismo no era malo, sino aquellas ideas, sostenidad en algunos casos por gente negra, que toleraban y permitian la segregación racial. Malcom Little, que sufrió en su infancia la falta de un núcleo familiar solido, llegando a delinquir en su juventud, se convirtió al islám, quitandose el Little (apellido de esclavo) y pasando a llamarse Malcolm X. 


Es evidente que mientras King era pacifico, X era extremadamente violento y fue el instigador de determinadas acciones que provocaron heridos y hasta muertos. La idea era conseguir la igualdad; los métodos distintos. Para King, sin embargo, el uso de la violencia trae más violencia y ésta no sólo no resuelve el problema, sino que crea otros. Así lo demostró con su Movimiento por la Igualdad Civil basado en otro gran pacifista como Gandhi. Por otra parte, Malcolm X creía que la violencia era el método por el cual el negro se levantaría contra el opresor blanco, pero desde un punto de vista racistoide, ya que creía que la raza negra era superior a la blanca. Así sus seguidores crearon una secra destinada a promover y agitar a los negros contra los blancos. Ambos, tanto el pacifista como el radical, eran vistos de reojo por las autoridades y determinadas organizaciones como el FBI. 


Es sabido por todos que sólo tuvieron una reunión. El 26 de marzo de 1964, se vieron en Washington D.C. tras una rueda de prensa que continuó con ambos asistiendo al discurso sobre la ley de los Derechos Civiles en el Senado.La reunión, por cierto, duró solo un minuto. Así lo contabla el propio Luther King: 
"Conocí a Malcolm X una vez en Washington, pero las circunstancias no me permitieron hablar con él más de un minuto. Él es muy elocuente ... pero estoy totalmente en desacuerdo con muchas de sus ideas políticas y filosóficas - al menos en lo que hasta ahora entiendo que encuentra [...] No sé cómo se siente ahora, pero sé que a menudo he deseado que hable menos de violencia, porque la violencia no va a resolver nuestro problema. Y en su letanía de articular la desesperación de los negros sin ofrecer ninguna alternativa positiva, creativa, creo que Malcolm ha hecho a sí mismo y a nuestro pueblo un gran perjuicio. La oratoria fiera, demagógica en los guetos negros, instando a los negros a armarse y prepararse para participar en la violencia, como él lo ha hecho, no puede cosechar nada más que dolor"
Lo cierto es que X, un auténtico radical, despreciaba a Luther King y su odioso pacifismo. Ambos acabaron siendo asesinados, pero de forma muy diferente. Mientras Malcolm X fue asesinado por radicales musulmanes, Luther King fue abatido por un segregacionista blanco en el balcón de un hotel. La diferencia es que la posteridad les recompensó de diferente forma. 


Malcolm X siempre, salvo por una poca gente extremadamente radicalizada, ha sido visto como un alentador de la violencia organizada o terrorismo. Martin Luther King, el cual ganó el Premio Nobel de la Paz (merecidisimo) ha sido visto como uno de los hombres que, debido a su defensa del pacifismo, inspiró a otros a seguir el ejemplo. Y es que la violencia sólo trae más violencia; la Paz merece ser cultivada en el corazón de los hombres poco a poco: "Devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: sólo el amor puede hacer eso".

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