¡Qué cara!

Es digno de admiración (entiendanme mi ironía) el que algunos despotricaran contra las televisiones públicas y en el mismo día y a la misma hora aparezca en dos (telecinco y antena tres), aunque más bemoles tiene el decir que no eres comunista cuando en Intereconomía donde también iba tu novia (ya saben la del no punto. No ire a Podemos punto) llegaste a afirmar que eras comunista y en tu canal televisivo de cabecera (también privado por cierto) decías que expropiar era muy democrático (¿?). Si hasta ahora alaba a Dinamarca cuando tu modelo de siempre ha sido Venezuela o la Grecia de tu amigo (o ex-amigo ¡Vete a saber!) Tsipras, cantabas la internacional o levantabas el puño cual Lenin ¡Ni el anteriormente conocido como el nazi Vestrynge cambió en tan poco tiempo!

Ya sabrán de quien les habló. Un individuo con más coleta que ideas y cuyo objetivo es superar al PSOE para asaltar los cielos (dicho por el mismo), aprovechándose de actuaciones erroneas tanto de la izquierda como de la derecha en muchos asuntos y especialmente aprovechándose de la desesperación de bastante gente, que aún lo pasa mal. El problema es cuando ves al del PSOE hacer el zopenco (dicho con "cariño"), hablando de nosequé cambio. Claro que pactar con un partido comunista es un cambio... a peor.

Algunos tendrían que lavarse la boca para hablar de términos como "cambio" o "regeneración" (algo de lo que en este blog ya mencioné mucho antes de que Ciudadanos se apropiara de él como hace con todo). Y más cuando para hablar de ello meten al populismo (y me da igual que sea de izquierdas o de derechas) que es más viejo que el mundo.