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domingo, 13 de marzo de 2016

La granja de George Orwell

El año en que acabó la Segunda Guerra Mundial, fue publicado un libro revolucionario en el sentido exacto del término. Su publicación tendría lugar en el Reino Unido y llevaría a su autor, el reconocido George Orwell a ser despreciado por gran parte de la sociedad del momento debido a causas completamente diferentes. 
 

El libro no es otro que "Rebelión en la Granja", una obra que, a modo de fabula, nos presenta una crítica al poder exacerbado, que llevaba a la corrupción de toda una clase dirigente que se cree por encima del bien y el mal hasta el punto de, para mantenerse en el poder, engañar a un pueblo, que vive en unas condiciones pésimas. La idea radica en mostrarnos a una granja donde los animales echaban a los humanos y éstos se hacían con el poder en el que la voz cantante la llevaban los cerdos, los artífices de esta revolución. 

George Orwell

A nadie se le escapo que Orwell lo que retrataba era una feroz crítica a los totalitarismos y muy especialmente al comunismo estalinista (encarnado en los cerdos), que había llevado a la destrucción de una Rusia ya empobrecida desde el zarismo (que es representado por el hombre echado de su propia granja). Sin entrar mucho en detalles (para eso les recomiendo que se lean el libro), los cerdos acaban actuando tal y como los humanos actuaban con ellos, fomentando la mentira, el odio y la pobreza en resto de animales, mientras ellos viven muy bien. Y cuando uno de los cerdos se rebela, es claramente expulsado de la granja como un traidor a los ideales de la rebelión (clarisima referencia a la enemistad entre Stalin y Trotsky, que llevó al exilio al segundo). 


El libro causo revuelo en Europa, ya que la idea de las clases dirigentes del momento era el pacto con una dictadura como la Unión Soviética estalinista, la cual había formado parte de los aliados durante la guerra (aunque cabe decir que firmaron un pacto de no agresión y repartición de Europa con los nazis, algo que Hitler rompió con la invasión de la propia URSS). Por otro lado, la "intelectualidad" (permitanme la expresión) europea más cercana a la izquierda (incluyendo desde la izquierda en teoría más moderada a la comunista) vio en ese libro una sarta de mentiras propias de un traidor que no se podía llamar de izquierdas. 


Cabe decir que Orwell siempre se declaró de izquierdas. De hecho, fue parte activa durante la guerra civil española del POUM, partido español de corte comunista trotskista (al que los estalinistas machacaron con la desaparición de muchos de sus miembros y dirigentes entre los que se encontraba Andreu Nin), aunque, viendo el percal, también hay que decir que se acabo alejando progresivamente de los postulados comunistas, siendo por lo general fue un miembro activo del socialismo democrático (alejado por lo tanto de la extrema izquierda) y durante muchos años un miembro del Partido Laborista Independiente, muy crítico con Stalin y con la política del Reino Unido (tanto con conservadores como con labotalistas) de apaciguamiento con una Unión Soviética tan asesina y miserable como el régimen nazi. Desgraciadamente, Orwell, al igual que otros como André Gide (fuertemente deprimido, tras ver in situ las barbaridades cometidas por el comunismo) comenzó a ser declarado como un apestado dentro de la izquierda que quería hacer pasar a Stalin como un hombre con el que se podía llegar a acuerdos y veía con malos ojos que fuera declarado por los demócratas como lo que realmente era: un dictador con el que no se puede acordar nada. 


Independientemente de las críticas al estalinismo, "Rebelión en la Granja" es una obra que nos muestra la corrupción en las altas esferas al nivel de un país o incluso de cualquier ámbito de nuestra sociedad. Es por eso que, a pesar del tiempo transcurrido, "Rebelión en la Granja" es una obra Inmortal de la literatura del Siglo XX. 

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