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sábado, 12 de diciembre de 2015

Clásicos Inmortales: Días de Vino y Rosas

No era la primera vez que los problemas con el alcoholismo se trataban en el cine (recuerden la brillante "Días sin Huella" de Billy Wilder), pero en esta van un paso más allá puesto que nos muestran no sólo las consecuencias de ello, sino como se llegó a tal situación y como a modo de espectadores contemplamos la degradación de unas personas que lo pierden absolutamente todo por su adicción. 


Joe Clay (Jack Lemmon) es un hombre que trabaja de relaciones públicas en una gran empresa, aunque cabe decir que entre sus trabajos este el facilitar compañia femenina a sus propias jefes. En medio de uno de esos trabajos conoce a la Secretaria de uno de ellos, Kirsten Anudsen (Lee Remick). 
Al principio ella le da largas, aunque gracias a la insistencia de Joe, hombre poco dado a que le digan que no, Kirsten acaba saliendo con él. En una de esas citas, Joe le confiesa que beber le hace ver la vida de otro modo, mientras ella le dice que es una adicta al chocolate. Joe acabara conociendo al padre de Kirsten (Charles Bickford:), acabando por casarse e incluso tienen una hija. 

Joe y Kirsten

Sin embargo, algo pasa. Joe no sólo bebe mucho alcohol, sino que acaba arrastrando a su mujer a la misma tortuosa afición, algo que a él le afecta en su vida laboral y a ambos en su vida familiar. Joe no sabe el motivo de porque pierde su trabajo hasta que se da cuenta de cuál es su problema: la bebida. Así mismo se lo confiesa a su mujer cuando le cuenta que al verse en un espejo el mismo se pregunta: "¿Quién es ese borracho?"


El caso es que en uno de esos excesos, Joe acaba siendo internado, llegando a aceptar ir a una reunión de alcohólicos antónimos, algo a lo que no va su esposa, que sin embargo, acaba quedandose en la casa de su padre. Joe y ella pasaran un tiempo hasta que en una de sus juergas, Joe acaba internado nuevamente y su mujer acaba por desaparecer. 
Es de notar que el padre de Kirsten le echa la culpa a él del vicio de su hija, aunque también es destacable el que la joven paso de un sano vicio con el chocolate a un insano vicio con el alcohol. Lo cierto es que la combinación con Joe y un previsible vació en sus vidas, ha llevado al matrimonio a una autodestrucción de la que no pueden salir. Joe acaba sintiendose culpable de haber inducido a su esposa al alcoholismo. 

Unidos por el alcoholismo

Su mujer, que al parecer se ha ido con otro, sigue desaparecida hasta que le llaman de un Motel diciéndole que esta allí para que venga a recogerla. Joe intenta convencerla de que se puede salir y que sólo con fuerza de voluntad puede vencer al monstruo del alcoholismo. Sin embargo, esta vez es la mujer la que arrastra al marido hacía la bebida, haciendo que nuevamente decaiga. Joe, tras intentar robar una botella de whisky y ser ridiculizado por su estado de embriaguez nuevamente volverá a ser internado para que sea limpiado definitivamente. 


Joe acabara consiguiendo un trabajo y cuidando de su pequeña hija, la cual se pregunta a su propio padre cuándo volverá su madre. Durante una noche, la madre vuelve a casa. No esta curada y así se lo demuestra a Joe, que le muestra todo lo que ha conseguido (trabajo, casa y estar con su hija) sin necesidad de tomar una sola gota de alcohol. Ella puede hacerlo... sí quiere. Ella, consiente de que su fuerza de voluntad no es tan grande como la de Joe, acaba por irse, dejando el interrogante de si acabara por vencer al alcoholismo. 


La hija cree haber oído a su madre, sin embargo, Joe no le dice que haya estado ahí. Él todavía tiene esperanza de que ella se cure, aunque eso quedara para adelante. Así, tras dar las buenas noches a su hija, ve por la ventana con los ojos vidriosos como su mujer se aleja de la casa.


Tremenda película en la que nos muestra la caída a los infiernos con la degradación consecuente, mostrándonos las dos vertientes: los que se recuperan como Joe y los que estan en proceso como Kirsten. Curiosa película, ya que fue dirigida por un hombre como Blake Edwards cuyas obras son esencialmente cómicas que contó con un grandisimo actor como Jack Lemmon, que ya había demostrado en "El Apartamento" que también podía hacer papeles dramáticos. Su actuación unida a la de Lee Remick nos dejaron una gran obra que nos muestran como pueden afectar las adicciones en la vida diaria.   

Ficha

Dirección
Blake Edwards
Producción
Martin Manulis
Guión
J.P. Miller
Música
Henry Mancini
Fotografía
Philip H. Lathrop
Montaje
Patrick McCormack
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1962
Género
Drama
Duración
117’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Jack Lemmon
Joe Clay
Lee Remick
Kirsten Arnesen Clay
Jack Klugman
Jim Hungerford
Charles Bickford
Ellis Arnesen

Premios
Oscar

Categoría
Persona
Oscar a la Mejor Canción (“Días de Vino y Rosas”)
Henry Mancini
Johnny Mercer
 
Festival de San Sebastián

Categoría
Persona
Concha de Plata-Mejor Actor
Jack Lemmon
Concha de Plata-Mejor Actriz
Lee Remick

"Días de Vino y Rosas"

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