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sábado, 7 de noviembre de 2015

Clásicos Inmortales: La Heredera

Que William Wyler era un grande para reflejar las emociones del ser humano y lo demuestra con este auténtico melodrama basado en una obra de teatro que a su vez se basa en una novela corta de Henry James en la que destaca por sumergirnos en una historia magistralmente escrita. 


Nos encontramos en el año 1850 en la ciudad de Nueva York. En ella vive el Doctor Sloper con su poco agraciada hija Catherine, que destaca por su timidez e inocencia. Su cruel padre no oculta su decepción por la joven, a la que considera que nadie puede amar verdaderamente. Y en eso, Catherine conoce en una fiesta a Morris Townsend, que inmediatamente se interesa sospechosamente por la joven. Morris

Morris y Catherine

Morris la corteja más de una vez, pero el padre no se fía de sus intenciones, ya que Catherine heredará una inmensa fortuna cuando su padre se muera. A nada ayuda que Morris tenga fama de cazafortunas, algo que le reprocha el padre de Catherine. Sin embargo, la joven parece estar abducida por Morris y la tía de la joven parece aprobar la relación a diferencia de un padre cruel. 

Fricciones entre padre e hija

Todo empeora cuando la joven oye a su padre decir que nadie puede amarla más que por el dinero. El padre siempre esta comparandola con su fallecida madre, que murió tras dar luz a Catherine, un dato importante para conocer la relación tirante en padre e hija, ya que, en cierta medida, aparte de por la fealdad de la joven, el padre le echa en cara dicha muerte. Tras todo esto, en ese momento cuando decide fugarse con Morris para casarse. 

La noche en que van a fugarse, Morris no aparece, algo que le rompe el corazón a la enamorada Catherine. Poco después tendrá una discusión con su padre, que esa muriendose, retandole a cambiar su herencia sí cree que tiene miedo de como va a gastar su dinero, algo que no hace, y Catherine acaba heredandolo todo. 


Unos años después, cuando todo parecía olvidado, aparece Morris, algo cambiado, y que sí no se fugo con ella, fue para que no se quedara en la miseria. Catherine, que al principio parece sorprendida, parece creerse las explicaciones de Morris, planeando nuevamente su fuga esa noche para casarse de forma definitiva. 
Catherine parece preparar las maletas, pero cuando Morris llega a su puerta no le abre. Y a pesar de sus gritos, nunca le abrirá, tomandose su particular venganza. Cuando su tía le pregunta cómo se puede ser tan cruel, ella le responde que ha aprendido de los maestros. Y así, en medio de los gritos de Morris, que no para de nombrarla, Catherine asciende en silencio por las escaleras. Los gritos no recibirán respuesta. 


Fantastica obra, mostrándonos las relaciones de amor-odio entre los personajes con una destacada y grandiosa Olivia de Havilland, en uno de sus pocos papeles como protagonista principal (de hecho, con esta actuación consiguió su segundo Oscar, aparte del Globo de Oro) con una historia brillantemente contada y visualmente perfecta.

Ficha

Dirección
William Wyler
Producción
William Wyler
Guión
Ruth Goetz
Augustus Goetz
Obra: Henry James
Música
Aaron Copland
Fotografía
Arthur C. Miller
Montaje
Leo Tover
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1949
Género
Drama
Duración
115’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Olivia de Havilland
Catherine Sloper
Montgomery Clift
Morris Townsend
Ralph Richardson
Doctor Austin Sloper
Miriam Hopkins
Lavinia Penniman
Vanessa Brown
Maria
 
Premios
Oscar 

Categoría
Persona
Oscar a la Mejor Actriz Principal
Olivia de Havilland
Oscar a la Banda Sonora
Aaron Copland
Oscar a la Mejor Dirección Artística (Blanco y Negro)
John Meehan
Harry Horner
Emile Kuri
Oscar al Mejor Vestuario
Edith Head
Gile Steele

Globos de Oro

Categoría
Persona
Globo de Oro a la Mejor Actriz
Olivia de Havilland

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