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domingo, 25 de octubre de 2015

Los Visigodos

Los que hemos leído los cómics de Zipi y Zape nos acordaremos de que los gemelos no querían estudiar la lista de los Reyes Godos y es que esto fue algo más que un recurso humoristico de Escobar, ya que durante mucho tiempo se preguntó a los niños españoles por la lista de los Reyes Godos. Más que acordarse de una cantidad impresionante de nombres, tendría que haberse preguntado de dónde venían los visigodos o cuántos siglos estuvieron en la Península Ibérica. 


Los visigodos fueron una rama proveniente de los pueblos godos (la  otra fue la de los los ostrogodos), que eran originarios de los pueblos germánicos de la zona oriental. Este pueblo se aprovecho de la debilidad del Imperio Romano para expandirse brutalmente por todo el continente europeo, llegando a saquear la propia capital del Imperio, lo que posibilitó que Roma se dividiera entre el Imperio de occidente y el Imperio de Oriente con sede en Constantinopla (la ciudad de Constantino). Era el principio del fin de Roma.

Las invasiones barbaras

Los visigodos tuvieron asentamientos importante en las Galías y muy especialmente la Península Ibérica. Los visigodos fueron instalándose progresivamente en la actual España, mientras el Reino de Tolosa (actual Toulouse), establecido por un pacto entre visigodos y Roma, era derrotado por los francos, quedando tan sólo la Península Ibérica como núcleo poblacional importante en aquellos años. 
Cabe destacar que el sometimiento de las provincia romana de Hispania no debió ser muy difícil, habiendo una auténtica invasión germana en lo que sería una parte importante para entender lo que unos siglos después sería la caída del Imperio Romano de occidente, que llevaba produciéndose desde hace siglos no sólo a nivel político, sino social. 
Así quedó establecido un Reino Visigodo con una nobleza y una ciudadania ya asentada desde hacía mucho tiempo, que aceptó las leyes que veían de este pueblo procedente de las Germanías. En cuanto a la cantidad de Reyes fue numerosisima con nombres tan curiosos como Walfa, Ataúlfo, Sigerico y Alarico, los cuales muchos de ellos fueron asesinados o depuestos, por lo que rara vez había una sucesión de forma pacífica. 

Wamba renunciando a la corona

Esa inestabilidad política y social fue uno de los motivos por el que los musulmanes en el año 711 consiguieron de forma impresionante hacerse con la Península Ibérica, teniendo como punto culminante de esa invasión, la batalla de Guadalete en la que el Rey Rodrigo (o Roderico) fue vencido en gran parte debido a la traición de los oponentes a su reinado. 


Sin embargo, todavía hubo algunas zonas de la Península Ibérica que no fueron conquistadas por los musulmanes como fue el caso del futuro Reino de Asturias donde un tal Pelayo, del que se dice (no sin cierta lógica) era descendiente de aquellos visigodos, que habían llegado hace dos siglos, comenzó una pequeña ofensiva contra los musulmanes en lo que sería el inicio de lo que se conocería como Reconquista.

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