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jueves, 24 de septiembre de 2015

La teoría de la deriva continental

En 1912, un meteorólogo y físico alemán llamado Alfred Wegener movió los cimientos, y nunca mejor dicho, de la geofísica de su tiempo. Una teoría que movió la conciencia científica de muchos.


Wegener propuso que hace millones de años los continentes que hoy conocemos estaban unidos en lo que sería un supercontinente, una masa de tierra a la que llamó Pangea, que significa "Toda la Tierra". Merced a diferentes sucesos como terremotos o inundaciones, este supercontinente fue separándose de forma paulatina hasta formar los continentes e islas actuales. Wegener inició toda una revolución geológica, que es conocida como la teoría de la deriva continental.

Movimiento y distribución de los continentes

En su momento, esta teoría fue rechazada por el ámbito académico, reacio a todo cambio en su pensamiento, poniendo como excusa la falta de explicación al mecanismo del movimiento de las masas de tierra. Sin embargo, Wegener,  en su tesis original, propuso que los continentes, se desplazaban sobre otra capa más densa que conformaba los fondos oceánicos y se prolongaba debajo de ellos de igual forma en que uno desplaza una alfombra sobre el piso de una habitación.
Por otra parte, la teoría de Wegener se justificaba, a nivel empírico, por:

  • Pruebas geográficas: Wegener sospechó que los continentes podrían haber estado unidos en otro tiempo cuando observó una gran coincidencia entre la forma de las costas de los continentes, destacando muy especialmente Sudamérica y África. Así, como si de un puzzle se tratara, es fácilmente comprobable que las piezas sudamericanas y africanas encajan.
  • Pruebas geológicas: Wegener comprobó que existían cordilleras con la misma edad y misma clase de rocas en diferentes continentes, que él sospechaba habían estado unidos entre si.
  • Pruebas paleoclimáticas: Wegener al utilizar rocas sedimentarias como indicadores de los climas en los que se originan, dibujó un mapa de los climas antiguos para concluir que su distribución resultaría del todo inexplicable si los continentes hubieran estado como en la actualidad.
  • Pruebas paleontológicas: Wegener descubrió la existencia de fósiles de plantas y animales en continentes muy alejados, siendo descartable que algunas especies de animales hubieran emigrado debido a su constitución débil y, por lo tanto, nada proclive a grandes desplazamientos.
Lo cierto es que la teoría de Wegener es comúnmente aceptada, siendo ejemplo de empirismo científico, dejando obsoletas teorías fantasiosas sobre continentes perdidos como la Atlántida o Lemuria. 

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