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viernes, 7 de agosto de 2015

Desprecio al ciudadano... como de costumbre

Resulta curioso que el Cabildo de Tenerife se gaste parte del dinero de todos los ciudadanos en financiar una zona en la Orotava para que los jóvenes de la zona jueguen con el monopatin, pero después las autopistas son una basura por los continuos baches e incluso se ha reducido de forma drástica el número de guaguas, haciendo que líneas habitualmente utilizadas por los usuarios se llenen hasta los topes. 


Pero, claro, es más importante que el Presidente del mencionado Cabildo, al que le gusta más salir en las cámaras que a un tonto un lápiz, nos diga que todo va bien y aparezca en eventos para figurar tal y como hacía el afortunadamente saliente Presidente de Canarias Paulino Rivero. Porque sí hay algo en lo que destacan nuestros políticos es en salir en los medios de comunicación y comunicar SUS noticias en redes sociales, algo que esta bien, pero no sólo no lo es todo, sino que es insuficiente. Los políticos han de salir a la calle y no vivir en una burbuja infecta y mucho menos gastarse el dinero de los ciudadanos en cosas irrisorias cuando hay problemas mucho más importantes. Tenerife, aparte de ser una de las islas peor financiadas por el Gobierno Canario, tiene dos ciudades como Santa Cruz y San Cristóbal de la Laguna llenas de suciedad y unas autopistas que dan vergüenza. 
¿Y saben qué? Tanto en el Ayuntamiento de las dos mencionadas ciudades, como en el Cabildo de la isla y en el Gobierno Canario, gobierna el mismo partido, apoyando en algún caso por el PP y en muchos por el PSOE ¿Y saben qué? Esos tres partidos desprecian no sólo a Tenerife, sino al resto de las occidentales y a dos de las orientales, beneficiando a la isla de siempre, tanto a nivel económico (no me extraña que desde allí digan que el anterior Consejero de Economía era muy bueno), informativo (televisión "canaria") y social. Esos personajes (y no sólo políticos, sino también periodistas) son los que alimentan el denominado pleito insular del que estoy hasta las mismísimas narices. A ver sí algunos electores salen del adormecimiento y se dan cuenta. 

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