Una araña debajo de los palos

Cuando España se enfrento a la Unión Soviética en la Copa de Europa de Naciones de Fútbol en pleno año 64, desde el régimen se vio la posibilidad de hacer morder el polvo al "eterno enemigo rojo" en un año en el que se cumplian los 25 años del fin de la guerra civil. La URSS era vigente campeona y tenía buenos jugadores, entre los que destacaba su portero Lev Yashin. Lo gracioso es que en el país se soltó el rumor de que Yashin era de origen vasco y que había sido uno de los muchos niños que habían tenido que irse de España con destino a la URSS donde supuestamente le habrían lavado el cerebro para que fuera ruso y que aceptara los fines ideológicos del comunismo. 

Rumores absurdos aparte, Yashin es uno de los guardamentas más legendarios del fútbol. Aparte de que llevó a su Selección a cotas altísimas en un país en el que el fútbol no era precisamente el deporte preferido. Yashin, dada su estatura, era un grande saliendo del marco y con unas dotes para dirigir a su equipo sublimes. Su agilidad y su característica equipación negra le hizo ganarse el apodo de la araña negra. 

Yashin sólo jugó en el Dinamo de Moscú, pero eso no lastro su carrera. Al contrario. Yashin tiene el merito de ser hasta la fecha el único guardameta en ganar el Balón de Oro, Premio tradicionalmente vedado para los prsteros de forma injusta, dado que sí se puede ser bueno anotando goles, también se puede ser grande haciendo paradas. Y Yashin fue muy bueno.

Con el Balón de Oro

Los éxitos internaciones hicieron que su leyenda se agrandara más. Gano la primera edición de la Copa de Europa de Naciones celebrada en 1960 y llegó a Semifinales del Campeonato del Mundo en 1966. Aparte ganó los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956. 

Hablar de Yashin es quizá mencionar a uno de los porteros más icónicos y trascendentales del fútbol junto al divino Ricardo Zamora. Yashin se retiró del fútbol en 1971 cuando tenía 42 años, siendo uno de los guardametas más reconocidos de la historia. Uno de los grandes entre palos. Una araña donde se acababan muchas posibilidades de hacer gol.