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sábado, 11 de abril de 2015

"Roma no paga a traidores"

Sí hay un hombre dentro de la historiografía ibérica que ha despertado multitud de leyendas en torno a su figura es Viriato. El líder lusitano que se levanto contra la poderosa Roma, que por aquel entonces era una República, la cual quería conquistar a la antigua Iberia y hacerla suya. 


Viriato fue una china dentro del zapato para una Roma incapaz de hacer frente a la guerra de guerrillas organizadas por el líder lusitano; hábil estratega a los que sus hombres admiraban y eran leales a su persona. O al menos eso parecía. 
Según cuenta una leyenda (una de las muchas asociadas a la figura del gran Viriato), el General Quinto Servilio Cepión, encargado de la conquista hispana, había reunido a unos tres hombres suspuestamente leales a Viriato para que estos le traicionaran. Éstos lo asesinaron, mientras dormía, clavándole un puñal en el cuello, puesto que Viriato siempre dormía con la armadura puesta.

Asesinato de Viriato

Cuando los traidores fueron al campamento romano a pedir su recompensa, el propio General les negó tal cosa, diciéndoles una frase que, fuera verdad o no tal relato, ha pasado a la historia: "Roma traditoribus non praemiat", que en español quiere decir, "Roma no paga a traidores".


Nunca sabremos sí esta historia tiene una base real, aunque es probable que hubiese algún tipo de traición en torno a Viriato. Independientemente de esto, esta historia transmite que los romanos nunca habían aprobado la muerte de un jefe rival a manos de sus propios hombres. Y es que no hay nada más canallesco y vil que un hombre valiente sea traicionado por aquellos a los que creía sus leales. 

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