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viernes, 27 de febrero de 2015

¡Maltratadores fuera!

Que conste que no voy contra una afición de fútbol en particular. Pero eso no significa que sea tolerable que un grupo más o menos numeroso de la afición de la afición del Real Betis jalee a un futbolista de su plantilla, Rubén Castro, pendiente de juicio por unos supuestos malos tratos a su pareja, diciendo que lo que hizo esta bien porque ella era una p... (¡Indignante!).


Estúpidos los hay en todas partes y dentro del fútbol se han metido una panda de fascinerosos, que desprecian todo lo que representa cualquier deporte. Cosas tan básicas como el respeto o la educación no forma parte del vocabulario de estos personajes miserables a los que un autentico aficionado no ampara, ni debe amparar.
Porque la culpa de esto no la tiene el fútbol, al igual que no la tiene cuando han asesinado a algún aficionado o han tirado piedras al equipo rival. Éstos han buscado una excusa tan asquerosa como aprovecharse de un deporte para hacer el bestia como cuando varios energumenos (me niego a llamarlos aficionados al fútbol porque no lo son) hicieron apología del maltrato a la mujer. 
Sin embargo, considero que sí se actúa, que se haga contra aquellos que hicieron tal bestialidad y no cerrando una grada como se ha propuesto desde antiviolencia, algo que es tanto arbitrario como absurdo, ya que el problema sigue estando ahí en nuestra sociedad.
Han salido varias encuestas que hablan de gente joven que ampara la total despersonalización de la mujer, diciendo que esta bien que el hombre registre el móvil de su pareja o que la mujer se quede en casa. Por supuesto, para algunos encuestados, el maltrato es producto de que la mujer ha hecho "algo" mal. 
Es curioso porque estamos hablando de generaciones distintas, pero ese tipo de pensamiento que se da en chicos adolescentes o de 20 años, era lo mismo que pensaban gente de 50, 60 ó 70 años (con una educación más machista), que consideran que una mujer tiene que estar en el hogar y que sí recibe un cachetón, no pasa nada. 
Es triste, pero por mucho que cierren una grada, hay personajes dentro de nuestra sociedad que no dudarian absolutamente nada en pegar a una mujer. Lo de la una parte de la afición del Real Betis es una anécdota en comparación con el trabajo que tenemos todos nosotros. Ésta no es otra que fomentar el respeto en general y hacía las mujeres en particular. Quién no quiera eso ¡Puerta!

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