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martes, 27 de enero de 2015

Cuando las mañanas son de terciopelo

Siempre que se muere un cantante, parece que nos acordamos aún más si cabe de sus canciones. El 25 fallecía uno de aquellos cantantes que tanto éxito tuvieron en los 80. Ese día fallecía Demis Roussos.


Si fallecía aquel que canto tanto y tan bien al amor. Aquel que definio a la perfección el Amor en una mañana. Y es que notando el roce de la piel, las caricias al despertar es posible que las mañanas sean de terciopelo. Un canto al amor, que se convirtió en todo un éxito para todo el mundo. Será porque, como el propio Roussos, decía, es comprensible para cualquier ser humano, tenga el idioma que tenga. 

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