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sábado, 1 de noviembre de 2014

Responsables del voto

En España somos de echarle la culpa al vecino. Vemos por la televisión a un político corrupto y se nos revuelve el estomago y somos capaces de decir la mayor cantidad de improperios en tan solo 10 segundos. Sin embargo, dejando de lado que un político corrupto es un ser despreciable ¿Piensan acaso que ese señor ha llegado a gobernar o formar parte de un Gobierno por si mismo?


En Democracia elegimos a los que nos van a representar durante cuatro años (salvo cuando se da el pucherazo de los pactos entre perdedores). Lo podrán hacer mejor o peor, pero ahí estarán. En España, hemos visto como gente corrupta o que estaba metida en asuntos poco limpios ha gobernado hasta con mayoría absoluta y la gente no ha hecho nada. El caso paradigmático lo tuvimos en Marbella, cuya población sabia lo que estaba pasando y ya sabemos como acabo aquello. Por todo el orbe nacional, vemos como gente imputada ha sido elegida nuevamente por los ciudadanos. Unos ciudadanos que en función de sí es su partido o el otro, tolera de forma diferente a los corruptos. 
El que los políticos son fruto de la sociedad no es una falacia. Es muy real. Lo que pasa es que queda políticamente incorrecto decir que aquí se vota por las entrañas en lugar de al que se piensa lo puede hacer mejor según nuestras ideas, se vota a unos corruptos y a otros en función de la ideología del elector y que en Democracia no solo los políticos son responsables de sus actos, sino los votantes que permiten que un ser miserable acabe en el poder.


Lo que esta contando el partido del tipo de la coleta es lo que quiere oír la gente. La sociedad en general considera que no es responsable de que un ser corrupto acabe gobernando y por eso el tipo de la coleta nos cuenta esa milonga de la casta como sí los actuales dirigentes hubieran sido puestos a dedo por las grandes corporaciones. Lo que es peor es que la gente se cree ésto y demás tonterías por parte de un partido (o lo que sea) que no es que desprecia a los políticos en particular, sino a la Democracia en general. Ésto paso en Alemania y otros países, que permitieron que gente sectaria y golpista acabara participando en una Democracia. Y todo por decirle a la gente lo que quería oír.

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