"Cada nueve de Noviembre..."

Le mandaba un ramito de violetas todos los nueve de Noviembre. Bajo esta premisa se encuentra una de las canciones más hermosas y parsimoniosas de los años 70. La voz autora de esta bella canción es Evangelina Sobredo Galanes, Cecilia. 

Una bella canción, que sí bien en un principio destaco por una acogida fría por parte de los españoles, pasó a convertirse en una de las más recordadas de la cantautora, versaba sobre el Amor. Un Amor aparentemente secreto, pero que no sólo no lo era, sino que representaba la pureza de ese Amor, a pesar de las dificultades. Y como prueba de ello el aparente demonio esposo, era el Amor secreto de una mujer que soñaba con una vida mejor. La prueba de ese amor la recibía todos los nueve de Noviembre: "Cada nueve de Noviembre, como siempre sin tarjeta, la mandaba un ramito de violetas".