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lunes, 27 de octubre de 2014

Max Schreck, entre la realidad y la leyenda

He visto muchisimas películas de terror en toda mi vida, pero ninguna ha calado tan hondo como ese vampiro cuyas afiladas uñas, me ponía la piel de gallina. Cuando Murnau hizo su Sinfonía de los Horrores "Nosferatu" estábamos ante una de las grandes no sólo del expresionismo alemán, sino del cine de terror. Y como protagonista un actor poco conocido (normalmente secundario) llamado Max Schreck.


La cinta que pretendió ser una adaptación libre de Drácula debido a que carecía de los derechos de autor, finalmente perdió la demanda interpuesta por Florence, viuda de Bram Stoker, y la orden judicial hizo que la mayoría de las cintas y sus copias fueran destruidas. Y digo la mayoría porque un grupo de valientes, que sin saberlo le hicieron un gran favor al cine, consiguieron sacar unas cuentas copias de Alemania para los Estados Unidos.
Lo bien hecha que estuvo la película con una actuación de Schreck como el Conde Orlok sublime llevaron a pensar a muchos la idea de que Schreck era realmente un vampiro. El hecho de que apenas conocieramos su vida, llevaba a tal cosa. Que el apellido Schreck significara susto en alemán posibilito aún más la extensión de dicha idea que llevo a la leyenda urbana de que dicho actor era realmente un vampiro. Para darle más gancho a la cosa, se llego a decir que Murnau le había prometido a Schreck el cuello de la protagonista. Una película que juega con esta posibilidad es "La Sombra del Vampiro" en la que Willem Dafoe hace de Schreck y John Malkovich de Murnau.


Es verdad que Schreck no era muy conocido, pero eso no significa que no hiciera películas. Lo que sabemos de Schreck va mucho más allá de "Nosferatu". Sabemos que trabajo en la Compañia de teatro de Max Reinhardt y que desde finales de los años 10 y durante los 20 y 30 trabajo en diversas obras, generalmente como secundario (vease la Wikipedia alemana). Puede que su gran interpretación le lastrara hasta el punto de que los directores de la época no se atrevieran a ponerlo en un papel importante. Acabaría falleciendo en 1936, tras un ataque cardiaco.
También puede resultar lógico que las personas que vieron las primeras cintas, las cuales eran de muy mala calidad (algunas eran copias de copias) y con una intepretación tan realista del vampiro, posibilitará la creación de tal leyenda. El caso es que la sinfonía de horrores de Murnau se convirtió en una cinta mítica hasta el punto de que uno de los personajes de "Batman Vuelve" (interpretado por Christopher Walken) se llamaba Max Schreck, todo un homenaje por parte de Tim Burton. Y es que, ya lo dije y no parare de decirlo, esta obra nos ha sobrecogido a muchos. Una de esas obras que deben verse una y otra vez gracias, entre otras cosas, a Max Schreck, que efectivamente no era un vampiro, pero realiza una interpretación sublime ¡Qué miedo dar ver la sombra del vampiro subiendo las escaleras!

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