Hay algo muchísimo peor que un jugador se dope (que también esta mal) y eso es que determinados deportistas pacten un resultado, engañando al espectador y acabando con la limpieza moral que debe haber en el deporte.
Eso se esta investigando a raíz de un Levante-Zaragoza, que acabo con la salvación maña y descenso del Deportivo de la Coruña. La LFP lo llevo a la justicia y uno de los destacados del Zaragoza, Gabi, que ahora juega en el Atlético de Madrid (curiosamente marcó el gol decisivo en dicho partido), reconoció el amaño en uno de los interrogatorios que están haciendo a cada uno de los futbolistas.
Aquí no vale decir aquello de que "los jugadores tienen la culpa" o "los clubes tienen la culpa". Tanto directivos como futbolistas se convierten en unos miserables cuando degradan el deporte al absurdo más absoluto, engañando a aficionados que como es lógico, van a animar a su equipo.
Todavía hay algunos locos que creemos en la honradez de deporte y que no es todo dinero, pero estas cosas lo que hacen es cundir el desanimo y es que no hay nada tan desagradable para un aficionado que él ver como unos señores que no cobran nada mal, se saltan las reglas morales del deporte y no compiten como es debido. Dirán que es sólo un juego, pero sí son capaces de engañar a miles de aficionados de una forma tan rastrera ¿Qué harán en otros momentos de su vida cotidiana?
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