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viernes, 11 de julio de 2014

Pepe Villalonga, un grande de los banquillos

Nadie, ni es sus sueños más llamativos, hubiera pensado que un Teniente Coronel del Ejercito español, preparador físico, sería el que daría un empuje a las cotas más altas al fútbol español.


Les estoy hablando de José Villalonga, cuya trayectoria dentro del balompié comenzaría en el Real Madrid como preparador físico. Villlalonga sería testigo del empuje madridista gracias a su centrodelantero Alfredo Di Stéfano, consiguiendo la Liga después de dos décadas sin hacerlo. Pero sería el año siguiente, cuando Villalonga vería cambiada su vida para siempre. 
El entrenador madridista, el uruguayo Enrique Fernández no acabaría la temporada por problemas con la directiva y, ante la falta de entrenadores disponibles, el equipo blanco cogió como entrenador a Villalonga, que como tenía el título de entrenador pudo dirigir al equipo.


Con él, el Real Madrid destaco por darle bastante importancia a la fuerza física, haciendo que sus adversarios no pudieran parar la avalancha atacante de los Di Stéfano, Gento o Rial. Villalonga se iría del conjunto blanco en 1957, tras ganar dos Ligas Españolas, dos Copas de Europa y dos Copas Latinas. 

El Real Madrid campeón de Europa

En 1959, siendo ya profesor de la Escuela de Entrenadores, se incorpora al Atlético de Madrid como Secretario Técnico, y tras la dimisión de Ferdinand Daučík en la temporada 1959/60, pasó a ser también entrenador.
En el conjunto rojiblanco vivió otra época dorada, consiguiendo dos Copas del Generalísimo (consecutivas y ambas al Real Madrid) y una Recopa, la primera de la historia. 

El Atlético de Madrid campeón de Copa

Su oportunidad le llegaría cuando le toco dirigir a la Selección Nacional Española, que venía hundida por el fracaso del Mundial de Chile. Villalonga supo exprimir al máximo a sus jugadores, llegando las jóvenes promesas de esos años como Amancio, Iribar o gran parte de los Magníficos de Zaragoza, junto a la estrella del Inter de Milan, el gallego Luis Suárez, unico Balón de Oro español. 
Con ese equipo se consiguio el Europeo del 64, tras derrotar a Hungría en la prorroga y al enemigo rojo según el régimen, la URSS, por 2-1 con el celebre gol de Marcelino. Un éxito mayúsculo, que puso a Villalonga en el pináculo de la gloria. Sin embargo, el Mundial de Inglaterra de 1966 sería otro fracaso y la Federación se deshizo de sus servicios.

Llevado a hombros, tras ganar el Europeo del 64

Sólo doce años de entrenador y Villalonga formo parte de la primera gran época gloriosa del fútbol español a nivel internacional. Villalonga, que falleció en Madrid, tras un infarto, se merece todo un homenaje por parte del mundo del mundo futbolístico, ya que a él se debe gran parte de lo que es en la actualidad. Un deporte al que dio todo. Un grande del fútbol.

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