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domingo, 6 de julio de 2014

Anécdotas de los Emperadores Romanos

El Imperio Romano fue uno de los mayores de la historia de la humanidad, teniendo Emperadores buenos, malos y regulares. La idea de este post es enumerar las que, en mi opinión, son las mejores anécdotas asociadas a algunos de los Emperadores que rigieron Roma. Uno de los grandes Imperios de la antigüedad.

Las mejores anécdotas
1. Augusto y los desmanes de su hija
El Primer Emperador Romano fue el sobrino-nieto de Julio Cesar, Augusto. Una de las obsesiones de Augusto, aparte de por expandir el Imperio Romano en las germanias, fue la de cuidar la moralidad del pueblo romano, fomentando el matrimonio fiel y la natalidad, promulgando leyes que iban en contra de la soltería y el adulterio.

Julia la Mayor en el exilio

Lo malo le llego cuando se entero de los excesos sexuales de su propia hija Julia la Mayor. Es probable que  se sintiera humillado e hipócrita. El hecho es que su hija fue exiliada a una isla mediterránea llamada Pandataria y posteriormente a Calabria donde falleció en el 14 d. C. curiosamente en el mismo año que falleció Augusto. Muchos aseguran que el motivo para que Tiberio, esposo de Julia, se exiliase a Rodas fue la promiscuidad de su mujer.

2. El carácter de Tiberio
Tiberio era muy distinto a su antecesor Augusto. Era rudo, especialmente por su condición de militar, y cruel. Uno de los ejemplos en una anécdota que cuenta el historiador Suetonio. 



Asustado el Emperador por un pescador de Capri que había escalado un acantilado para ofrecerle su mejor captura, le hizo frotar la cara con su pescado. En medio de dicho suplicio, el pescador, que debía tener un humor parecido al del propio Tiberio, se felicitó de no haberle regalado una gran langosta que también había cogido. Tras oír esto, Tiberio mandó traerla e hizo que le restregasen también con ella la cara.

3. El pervertido Calígula 
Todo el mundo ha oído hablar de las perversiones y crueldades de Calígula. Se le acusó  de mantener relaciones incestuosas con sus hermanas, Agripina la Menor, Drusilla y Julia Livilla a las que, además las obligó a prostituirse. 



De hecho afirman que el propio Emperador convirtió el Palacio en un burdel donde se hacían orgías a las que asistía la nobleza del Imperio. 

4. El caballo de Calígula
Otra de las anécdotas que se le atribuyen a Caligula es la de nombrar a su caballo Iniciato, Consul y Sacerdote. 



Lo que si es seguro es que Calígula siempre sintió admiración por su caballo al que se dedico a cuidar, tras la muerte de su padre Germánico.

5. El "tonto" Claudio 
Ya desde muy niño, Claudio era poco agraciado. Aparte de padecer una severa cojera, padecía Tics nerviosos y tartamudez. Su familia siempre lo considero tonto (su abuela Livia apenas le hablaba). 
Sin embargo, con el paso del tiempo, Claudio perdio parte de su tartamudez, destacando por su inteligencia, escribiendo múltiples libros históricos de gran calado.
Cuando se asesino a toda la familia Imperial, debido a los desmanes de su sobrino Caligula, los soldados conspiradores encontraron a Claudio detrás de una cortina y lo proclamaron Emperador, a pesar de las reticencias del propio Claudio, que siempre había admitió su interés porque volviera la República.

Claudio encontrado tras la cortina

El caso es que Claudio fue uno de los más grandes Emperadores Romanos, fomentando la creación de leyes justas, siguiendo con su labor intelectual.  

6. La lascivia de Mesalina
Valeria Mesalina fue la tercera mujer del Emperador Claudio. Sí en algo destaco la emperatriz fue por su ninfomania, algo a lo que aparentemente daba rienda suelta sin el conocimiento de su propio esposo.
Una de sus anécdotas más conocidas es cuando lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma:, instandolas a participar en una competición, que ella organizaría en palacio, aprovechando la ausencia de Claudio, quien estaba en Britania. Ésta consistía en saber quién podía atender a más hombres en un día. El certamen daría inicio por la noche, y a él asistirían muchos hombres importantes de la corte, además de otras damas a las que la propia Emperatriz había convencido de participar. Las prostitutas aceptaron y enviaron a como representante a la prostituta más famosa de Roma, una siciliana llamada Escila. Después de haber sido poseída por 25 hombres, Escila se rindió y Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra con creces, ya que siguió compitiendo hasta el amanecer, llegando según se dice a la cifra de 200 hombres.

La ninfómana Mesalina

Sin embargo, el final de Mesalina estaba más cerca de lo que ella pensaba. Mientras Claudio estaba fuera de Roma, Mesalina aprovechó para casarse con su amante, el cónsul Cayo Silio con el que conspiraba para derrocar al propio Emperador. Con la ayuda de su liberto Narciso, Claudio descubrió la bigamia de su esposa, condenándola al suicidio. Ante la falta de fuerzas de ella para hacerlo, sería un centurión el que acabaría decapitandola.

7. Claudio y las flatulencias
Uno de los muchos problemas que padeció Claudio era de flatulencias, algo que le avergonzaba, ya que muchas las hacía en público.
La solución a tal problema se la dio su médico personal, el griego Jenofonte. Claudio promulgo una serie de leyes que obligaban a los cortesanos a tirarse en su presencia dos ventosidades por cada una de la suyas y recomendó a la población no reprimir sus gases, diciendo que tirarse ventosidades era muy saludable para la salud.

8. El anticristo Nerón
Todo el mundo conoce a Nerón, el matricida, pues aparte de decirse que se acostaba con su propia madre, también se cuenta que la asesino, y pirómano, pues mando quemar Roma y le echo la culpa a los cristianos. Dicen que durante la persecución ejercida se asesino a dos de los lideres de dicho grupo, el primer Papa de la Iglesia Simón Pedro crucificandole al revés y San Pablo al que se decapito.



Tal debió ser el mal sabor de boca que dejo Nerón en los cristianos que, en consonancia con las profecías apocalípticas de entonces, muchos aseguraron y aseguran que Nerón era el anticristo, algo que ya se hizo en épocas posteriores con otros tiranos y dictadores como Napoleón o Hitler.

9. La obsesión de Heliogabalo
Heliogabalo fue uno de los más extraños Emperadores que tuvieron los romanos. Éste era un homosexual, obsesionado con las deidades fálicas y los hombres. Sin embargo, Heliogábalo fue más allá, puesto que estaba empeñado en convertirse en una mujer.


Para ello, le preguntó a los médicos si podían idear la manera de introducir en su cuerpo una vagina por medio de una incisión. Todos los médicos aseguraron que era imposible tal cosa, puesto que era un disparate. Es por eso que intento amputarse varias veces el pene mientras adoptaba actitudes cada vez más femeninas y se prostituía en el Palacio Imperial.

10. El "gladiador" Cómodo
El Emperador Cómodo, del cual se dice que tenía un carácter "especial", tenía gran pasión por los espectáculos de gladiadores, pero su afición fue más allá. 
Cómodo participo en algunos combates vistiéndose como un gladiador más. Este comportamiento era considerado indigno de un Emperador por el propio pueblo romano. Todos sus combates los gano, según algunos porque a los adversarios del Emperador les daban peores armas o los drogaban, haciéndolos incapaces para el combate.

23 comentarios:

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  2. hola muchas gracias por el articulo me fue de mucha ayuda

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  3. XD,gracias tenia que hacer esto para una tarea de sociales

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  5. Jajaja esto esta muy bueno gracias👍😂

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  6. Me hizo bastante ayuda gracias

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  7. Gracias por hacerme los drdeber🤣

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  8. Gracias por hacerme los deberes 🤣

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  9. Tendríais que poner a Adriano y a Trajano

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  10. Me encanta esta web es super interesante : ]

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  11. muy interesante gracias

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