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martes, 10 de junio de 2014

La responsabilidad es nuestra

Culpables. Así han sido las políticas educativas que nos han llevado al desastre. Más concretamente me refiero a la de historia. Obviando las carencias en materias como la literatura, la lengua, etc. me apena profundamente que hasta la fecha una asignatura tan importante a la hora de conocer los logros y fracasos a lo largo del tiempo no haya sido tratada como se merece.


La culpa de que haya gente que hable de la Segunda República como sí hubiera sido un sistema democrático no es culpa del Partido Comunista, ni tampoco que un tal Pablo Iglesias diga que la guillotina es un elemento democrático y los jóvenes se lo crea no es culpa de un tipo como ese. Es culpa de unos políticos que no han sabido actuar como auténticos patriotas y han defendido a España desde la educación, ni tampoco desde las propias instituciones. Es verdad que desde el nacionalismo se ha intoxicado la esfera educativa con sus mentiras, pero desde el Estado no se a hecho nada para evitar tales cosas.
Sin embargo, hay una cosa a la que quiero apelar a las personas de mi generación y posteriores. Apelo a la responsabilidad. Comprendo que haya gente monárquica y republicana, pero antes que eso, se encuentra el sentido común. Primero, fijense en los que estan "liderando" las revueltas callejeras. Son gente que apoya regímenes totalitarios asesinos en donde se encarcela a gente por el simple hecho de tener ideas contrarias a las del dictador. Segundo, la guillotina fue un elemento de tortura que no sólo se utilizo para acabar con la familia real francesa, sino con todo aquel que no opinara como los que gobernaban Francia en ese momento. Esos personajes crearon todo un Estado del terror, liderado por un ser al que llamaron incorruptible, pero era altamente despreciable, como Robespierre, que recibiría su propia medicina cuando cayó en desgracia. En tercer y ultimo lugar, la Segunda República fue el fracaso de una España en la que se desterraba a gente, en la que se disparaba por la espalda a jefes de la oposición y donde había pistoleros en la calle. La Segunda República fue un fracaso de una sociedad. Es mentira que la guerra civil acabara con ella. La república llevaba un par de años muerta cuando se sublevaron en el 34 los comunistas apoyados por los socialistas con la idea de darle España a un ser tan despreciable y odioso como era Stalin. La gente del 75, no sólo políticos, sino personas de toda índole, entendieron que España no podía volver a ese caos. Y como prueba de ello, un Rey, que busco toda la legitimidad posible (desde una Constitución hasta la sesión de los derechos dinásticos por parte de Don Juan) y un SEÑOR llamado Adolfo Suárez, que ya había padecido una cruenta posguerra y sabía de los males que habían acusiado al país aquellos años. 
Apelo a la responsabilidad de mirar hacía el futuro y no al pasado de las rencillas al que algunos personajillos nos llevaron en la anterior legislatura. España tiene que salir adelante porque podemos estar de acuerdo o en desacuerdo en muchas cosas, pero somos un gran país. Yo no viví, al igual que muchos, la época de la Transición. Pero por encima de todo esta la responsabilidad. Una responsabilidad que tuvo una generación que tenía ansías de libertad y no quería bajo ningún concepto repetir algo tan trágico como fueron los sistemas anteriores y una pavorosa guerra civil.

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