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viernes, 14 de febrero de 2014

Un Amor para toda la vida

Moisés Mendelssohn, el abuelo del conocido compositor alemán, no se caracterizaba por ser guapo y apuesto. Además de ser bajo de estatura, tenia una grotesca joroba, que lo afeaba considerablemente.


Un buen día visito a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Fromet. Moisés se enamoró hasta las trancas de la joven, pero a ella lo rechazaba por su apariencia deforme. Cuando llego el momento de su partida, Moisés hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta el cuarto de ella y así poder hablar con ella, aunque fuera la última vez. La última vez que contemplaba su belleza. 
A Moisés le entristecía profundamente su negativa a mirarlo. Es por eso que, tras varios intentos de conversar con ella, le pregunto a la joven:

-¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?

- Si- respondió ella, sin apartar la mirada del suelo. -¿Y usted?

- Claro que lo creo -contestó. -Verás: En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor le anuncia con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa.  En ese momento el Señor me dijo: "Pero tu esposa será jorobada".  Justo en ese momento exclamé: -"Oh, Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa".

Entonces Fromet levantó por primera vez para contemplar los ojos de Moisés, apreciando su belleza interior y un hermoso recuerdo la conmovió. Ya no veía al jorobado que hasta ese momento, despreciaba, veía a un hombre tierno, que más allá de su deficiencia, tenía un corazón de oro dispuesto a dar Amor. La joven alargo su mano y se la dio a Moisés. Ese día dos almas se encontraron. Un tiempo después, la joven se convirtió en su amada esposa. Y es que el Amor no tiene barreras cuando sale a la luz. Un Amor para toda la vida.

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