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viernes, 21 de febrero de 2014

Aquí han pasado muchas cosas

Desde fuera siempre se ha intentado de una forma o de otra justificar la violencia etarra. Una prueba son los diversos verificadores de organismos corruptos, que se dicen defensores de la Paz, pero lo único que hacen es fomentar guerras o no hacer nada por evitarlas como el caso de la ONU.


A mi me da igual que ETA entregue o deje de entregar armas. Ni siquiera que pidan perdón, algo que nunca harán. La entrega de armas sólo es una impostura de cara a la opinión pública como hemos podido observar en el vídeo que los asesinos dieron a la BBC en la que supuestamente se deprendían de armas, aunque éstas eran obsoletas o se iban a caducar. En cuanto a la aceptación del perdón, es algo que corresponde a todas y cada una de las personas que han padecido una lacra tan grande como el terrorismo. Aunque estos tipos despreciables nunca pedirán perdón, ni colaboraran con la justicia.
Por otro lado, la sociedad española en su conjunto no puede tolerar que organizaciones corruptas y los asesinos hagan como si no hubiera pasado nada. Aquí no se debe, ni puede olvidar la gran cantidad de muertos que han dejado en el camino en estos años de dura agonía por la lacra del terrorismo. ¿Por qué no envían verificadores para saber si los violadores dejan de violar? ¿O si los ladrones dejan de robar?
El Estado de Derecho es el garante de la defensa de una sociedad justa e igualitaria. El que haya hecho algo, que lo pague. Y más aún los terroristas que se han llevado la vida de tantas y tantas personas.

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