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lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Sindicalismo o vandalismo?

Afortunadamente, parece que todo vuelve a su cauce en la Villa de Madrid y habrá un servicio de basuras. En primer lugar, digo que mi intención, no es criticar el derecho a huelga, ni mucho menos. Es algo que viene recogido en la Constitución y que merece ser protegido, al igual que el derecho al trabajo.


Lo que son criticables son las formas extorsionadoras por parte de unos sindicatos absolutamente políticos (UGT y CCOO), que utilizan a sus llamados piquetes "informativos" no para informar, sino para actuar con formas más parecidas a organizaciones mafiosas que a un sindicato que supuestamente tiene que defender a sus trabajadores.
Porque algo que no podemos permitir los que nos consideramos defensores de la libertad y no del libertinaje, es que unos señores utilicen la extorsión como la de quemar contenedores o ensuciar las calles y con ello tener a una ciudadanos rehenes porque, según ellos, les asiste un derecho. El derecho a huelga es algo reconocido por todos, pero eso no implica que se utilice ese derecho de la forma torticera con que lo hacen estos sindicatos, por llamarlos de alguna forma, ya que los auténticos sindicatos, ya lo he expresado con anterioridad, son aquellos que no dependen ni del poder, mediante subvenciones, ni de partidos políticos. 


Los sindicatos no sólo han perdido fuerza por su compromiso político más que con los trabajadores que dicen defender, sino por esas malas formas que hacen que una reivindicación noble, acabe enmarranada, y nunca mejor dicho, por unos señores que actúan como matones dirigidos por gente que lleva más de veinte años en el sindicato de turno. Y una reinvindicación no vale el tener como rehén a toda una ciudad. Eso en otros países se llama crimen organizado. Y algunos en este país deben pagar por lo que hacen y responder por sus actos deleznables que convierten en una huelga en una cuestión política.

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