Indecencia judicial

Sólo así se puede definir una sentencia que lo único que hace es generar dudas. Dudas sobre la propia sentencia dicha por unos jueces que ven revelación de secretos en decirle a los terroristas que no pasen por tal sitio porque los van a detener, pero sin embargo no ven colaboración con banda armada (¿?). Un dinero que seguramente fue utilizado por los asesinos para matar a las dos personas de Barajas y desde el Ministerio del Interior de aquellos años comandado por un ser tan despreciable y vil como el actual Secretario General del PSOE se que a gusto.

La sentencia judicial no es que vaya contra toda lógica, sino directamente se salta toda norma escrita y no escrita para afirmar que los policías son culpables, el chivatazo existió, pero decirle a un terrorista algo como que los van a detener no es colaborar. Por no hablar de que dos policías o los que sean, no se atreven a dar un paso sin que se los diga su superior. Y esto lleva a pensar que desde el Minsiterio de Interior se fomentó tal acción porque según algunos estúpidos era más importante fomentar un supuesto proceso de Paz antes que cumplir la Ley.

NADIE. Nadie tiene que estar por encima de la LEY y nada justifica tal cosa. El que haya políticos, jueces y diversas personas que defendieron y siguen defendiendo las acciones llevadas por ese Gobierno a favor de forma flagrante de los terroristas demuestra que son unos seres despreciables y de muy baja catadura moral, sólo comparable a los terroristas que tanto defienden. Que se pasen por ahí, le sufrimiento y dolor de familiares que han llegado a ser testigos de como a su ser querido le han disparado por la nuca o han volado por los aires es indignante. 

Pero más indigno es que los garantes de la Ley que son los jueces, no los políticos, se presten a ese juego y quieran que comulguemos con ruedas de molino. No todo vale y la sentencia de ayer no sólo es floja, sino que demuestra que tipo de personas son las que se sientan en los tribunales. Tampoco debería extrañarnos, teniendo en cuenta la falta de división de poderes que hay en España.