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miércoles, 9 de octubre de 2013

El pancatalanismo avasallador

Si hay algo en lo que destacan los nacionalismo es su ambición por anexionar territorios, bien mediante Gobiernos títeres, bien de forma más radical, invadiendolo.
Un ejemplo claro es el nazismo. Todo el mundo recuerda la invasión de Polonia que hizo que estallara la II Guerra mundial, pero nadie se acuerda de que había determinados países con Gobiernos títeres que lo único que hacían era dorarle la pildora a los nazis como los desechos del antiguo Imperio Austrohungaro, Austria y Hungria.


Pues eso es lo que han pretendido de siempre los nacionalistas a los que algunos defienden amparándose en la "libertad". Los nacionalismos vascos (los asesinos de ETA incluido) siempre han buscado anexionar Navarro a un supuesto Estado independiente, pero no han podido porque los navarros de pura cepa, los verdaderos, están orgullosos de su condición de navarros (no olvidemos la existencia REAL de antiguo Reino de Navarra). Pero esta el otro caso.
Y es el caso que lleva a determinados traidores catalanes que buscan meterse en territorios que ni les va ni les vienen. Todavía se recuerda cuando en un acto repugnante por parte del Barcelona, antes de un partido, sacaron una pancarta hablando de los "Países Catalanes", donde además de Cataluña estaban Aragón o Baleares. Y todo se torna en peor cuando vemos desde determinado funcionariado balear se protesta porque el Gobierno pretende que se enseñe no sólo en un idioma, sino en tres, entre ellos, como es lógico el castellano que, aunque a algunos parece que se les "olvide", es el OFICIAL de TODO el Estado Español. Esa gente sólo merece el mayor desprecio porque actúan como lo hacían los nazis, imponiendo un idioma que es hablada por una ínfima parte de la población española, a diferencia del castellano que es hablado por millones de personas en todo el mundo.
Para colmo, partidos que se presuponen nacionales como el PSOE lo único que hace es validar esas actitudes, no sólo en Baleares, donde han gobernado con nacionalistas radicales, sino en Aragón, argumentando que el catalán tiene que ser reconocido como lengua oficial en la región (¿?).


Lo gracioso es que, a ver si se aclaran algunos, nacionalistas o no, en la zona sólo existió el Reino de Aragón, no existió ningún país catalán, ni ningún país catalano-aragones, ni Casanova fue un separatista, ni nada de eso que le cuentan a los niños en las escuelas catalanas donde ponen a Aragón como parte de un supuesto Estado Catalán. A ver si aprenden algunos que la Historia es la que es. Y los que no somos nacionalistas, tenemos demasiados argumentos como para defendernos de esos traidores que es bien seguro que desprecian esta y cualquier Democracia. Porque, a ver si se aclaran, los nacionalismos no caben en ninguna Democracia porque son dictaduras solapadas. Pero ese es el triste sino de las Democracias. Admitir a todo el mundo, aunque éste sólo pretenda destruirla.

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