A mi me hace gracia cuando la gente se le llena la boca cuando habla de cambios políticos alegando que los que están son muy viejos y que es necesaria gente joven para llevar los destinos de este país.
Lo que hace falta es gente preparada y no personas que no conocen más allá de lo que es la estructura de partido porque a la previsiblemente nueva Presidenta de la Comunidad Autónoma de Andalucia no se le conoce más ocupación que la política, por no hablar de que tardo diez años (¡!) en hacer derecho. Y así otros muchos cuya ocupación anterior a la política (si es que la tuvieron) no es desconocida. La Regeneración es que la vieja generación (corrompida por tantos años en el poder) deje paso a una generación nueva con aspiraciones y que haya competido en el ámbito privado porque se lo ha merecido y ha luchado por ello.
Eso no quita que no haya malos dirigentes. La preparación de una persona no quita que ésta pueda corromperse, pero eso no significa mantener a los que están, los cuales, es evidente, no sabrían vivir de otra cosa, puesto que si les quitan el cargo, llegarían a la conclusión, si no han llegado ya, de que son unos inútiles que han vivido durante mucho tiempo de la cantinela y del puesto con sueldo fijo sin que nadie les pidiera explicaciones.
La funcionalidad de partidos a de cambiar (no meto a los sindicatos de clase porque son una cosa absurda y que carece de sentido en Democracia) y también la forma de elección de nuestros parlamentarios, por no hablar del cierre del chiringuito o, lo que es lo mismo, de las comunidades autónomas, las cuales, de una manera o de otra, han permitido que lleguen a la política gente mediocre que desgraciadamente ha concebido la política como una forma de "mamar" dinero del contribuyente en lugar de una forma de ayudar al prójimo y de servicio al ciudadano.
La política, en definitiva, precisa de gente preparada y honrada que nos saque de una situación a la que nos han llevado unos dirigentes corruptos y sin escrúpulos.
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