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lunes, 19 de agosto de 2013

La inmortal voz de Maria Callas

Ayer estaba escuchando a una de las voces más grandes de la ópera: Maria Callas. Era un CD que contenía gran parte de su repertorio artístico. Y yo mismo me decía, pasaran los años y la Callas seguirá siendo una de las más grandes del Bel Canto.


María, aunque nació en los Estados Unidos, era hija de emigrantes griegos que llegaron cuando el país norteamericano era una oportunidad para miles de familias europeas que buscaban algo mejor para sus hijos. 
El debut de María fue en Febrero de 1942, en el Teatro Lírico Nacional de Atenas, con la opereta "Boccaccio", obteniendo sus primeros éxitos que se vieron cortados por el recrudecimiento de la Segunda Guerra Mundial, decidiendo volver a los Estados Unidos.

María destacaba, además de por su extraordinaria voz,  por su gran belleza

Sus éxitos no fueron muchos hasta que la quiso escuchar Edward Johnson, el director general del Metropolitan Opera House, quien le ofreció los principales papeles en dos producciones: Fidelio, de Ludwig van Beethoven, y Madame Butterfly, de Giacomo Puccini. Pero la Callas para su sorpresa rechazo los papeles, dado que Fidelio no quería interpretarlo en inglés y no consideraba que sol en Madame Butterfly fuera el adecuado.
Su consolidación llegaría cuando María conoció en Nueva York al tenor italiano Giovanni Zenatello, director de la Arena de Verona, quien la contrató para cantar "La Gioconda", de Ponchielli, en ese anfiteatro, obteniendo un gran éxito, conociendo a su primer marido Giovanni Battista Meneghini, treinta años mayor que ella.

 
Gracias a su portentosa voz consiguió que le dieran el papel protagonista en "Tirstan e Isolda" de Wagner en el teatro La Fenice de Venecia, siendo muy alabada por su actuación. La Callas había alcanzado el éxito, creciendo su fama como la espuma.
Todo el mundo quería oír a la Callas y su fama fue aún mas grande tras su interpretación en "Aida" de Verdi en la Scala de Milán, que se rindió a sus pies. Su gran éxito en el coliseo milanés le origino ganarse el título de "La Divina". 
Pero sus actuaciones no sólo se limitarian a Italia y sus obras llegaron a Méjico y a los Estados Unidos. Una de las anécdotas de María, que demuestran el carácter de tan gran artista es que cuando contrajo un resfriado, siendo aparentemente imposible que actuara como "Norma" en la ópera de Roma, acto organizado en honor del presidente de Italia. La ópera se negaba a sustituirla. Entonces, contra las órdenes de los médicos, María salto a escena pero ya desde la primera nota se dio cuenta de que su voz no estaba bien. Al final del primer acto, el público no se encontraba satisfecho. Maria huyó rápidamente por una puerta trasera, y anunció que lo había hecho porque no estaba a la altura del público milanés. El público monto en cólera por tal desplante, pero tanto el Presidente italiano, como su señora le dijeron a la propia Callas que no se habían ofendido en ningún momento.
Tres meses después, Maria cantaría junto al joven tenor canaro Alfredo Kraus en Lisboa una de las representaciones más aclamadas de "La traviata", de Verdi.


En 1959, María dejo a su marido por el magnate griego Aristoteles Onassis, siendo una relación tormentosa que fue en consonancia con el declive vocal de Callas, que a pesar de estar durante un corto periodo de tiempo inactiva volvió a los escenarios, pero ya no su voz ya no era la misma.

Con Onasis

Su últimos días fueron complejos hasta el punto de estar a punto de suicidarse. Siendo una de las más grandes de la ópera contemporáneo, su vida, según cuentan algunos de los que la conocieron fue bastante triste, algo que no iba en consonancia con su maravillosa voz.

 
María fallecería en 1977, aunque nunca se supo exactamente de qué murió. Algunos dicen que se intento suicidar, aunque la versión oficial habla de una crisis cardiaca. Todos los artistas tienen su fin en esta vida, Pero también nos deja un legado maravilloso. Y el de la Callas fue su espectacular voz. Una voz que  perdurara siempre que exista alguien al que le gusten la música clásica. Porque su muerte no fue más que un cambio físico. Porque la voz de María Callas es eterna. La voz de María Callas es inmortal.

Algunas de sus actuaciones
Estracto de la Traviata con Alfredo Kraus en 1958


Norma (Casta diva)


Madame Butterfly


Avemaria


O mio babbino caro

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