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viernes, 2 de agosto de 2013

Esperpento en el Senado

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se define esperpento como hecho grotesco o desatinado. Don Ramón María del Valle-Inclán utilizaria esta definición para crear su propio género literario, el Esperpento, en cuyas obras se distorsionaba lo ridículo y absurdo (por cierto, les recomiendo "Luces de Bohemia", una de sus títulos más característicos). 
 

Pues esto fue lo que se vivió ayer en el Senado, con la comparecencia del Presidente del Gobierno para "saber" si había tenido algo que ver con el tema de Barcenas. Y sucedió como ya les había dicho: Rajoy iba a decir que no, la oposición pediría su dimisión, etc. Lo que más me llamo la atención es que por un SMS enviado por Rajoy a un imputado (que no condenado) se haya montado la de Dios es Cristo cuando hay determinados partidos cuyos dirigentes fueron a la cárcel de Guadalajara a apoyar a unos condenados (Vera  y Barrionuevo), uno de sus militantes se escapo con dinero de la Guardia Civil (Roldan) o se ha demostrado que hubo financiación ilegal en su partido (filesa). Pero eso es lo que pasa cuando no se es coherente y se lleva mucho años en la política como es el caso del señor Faisán, perdón Rubalcaba (¡Qué cabeza la mía!). 
Lo que ayer se vivió en el senado (estaban de obras en el congreso) fue un espectáculo dantesco, donde unos se acusaban a otros, cuando todos están en el mismo saco y tienen muchas cosas que esconder o avergonzarse (espero que sigan teniendo algo de vergüenza). Nada nuevo en el frente.
La política la conciven como algo en donde ganar dinero y al ciudadano, que al fin y al cabo es el que les vota, que la parta un rayo. Mientras yo sigo echandole en cara al adversario lo que ha hecho mal, mientras yo tengo mis propias miserias (ya lo dice Cristo: ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el otro).
Esto refuerza aún más si cabe mi teoría de una regeneración de la clase política que lleve a que los ciudadanos confien más en sus instituciones. Lo de hoy fue un divertimento para ellos y algunos periodistas que tendran motivos para llenar los debates de televisión y radio, pero nada más. Y eso es muy triste.

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