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domingo, 18 de agosto de 2013

El país de la subvención

De entrada no soy contrario a las subvenciones. Pero si a que éstas se conviertan en algo habitual y que determinados colectivos u organizaciones porque si reciban dinero publico.

 
Los casos más sangrantes y que nos vienen a la memoria son los partidos políticos y sindicatos de clase (UGT, Comisiones Obreras, ...). A mi no me vale ese argumento de que es que los partidos y sindicatos son importantes para la Democracia y por eso deben recibir ayudas publicas. En primer lugar, los sindicatos de clase a los que se nombra como mayoritarios no son más que extensiones de los partidos políticos a los que verdaderamente representan (por ejemplo, el PSOE es UGT). En segundo y último lugar, es verdad que la Democracia sin partidos no es Democracia, pero también es verdad que ningún partido es imprescindible porque lo que importa es España y no el PP o el PSOE, ya que todos ellos tienen que vivir para España y no de España, algo que es muy diferente a como se ha hecho hasta ahora.
Con el dinero publico se han cometido tropelías de todo tipo y ahora mismo el que se me viene a la cabeza es el perpetrado por los sindicatos en Andalucia, los cuales nos dicen que "defienden a los trabajadores" y, sin embargo, se llevaron para sus bolsillos dinero destinado a la formación de parados. Eso y el caso de los Eres es algo que no es que este muy mal, es inmoral. Pero es lo que pasa y es otro de los errores de nuestra Democracia. Cuando determinados personajes, como en el caso de Andalucia, llevan tanto tiempo en el poder se creen que todo el territorio es suyo y, por ende, el dinero también.
Partidos y otras organizaciones sociales deben financiarse con dinero de sus afiliados, ya que resulta ilogico que una persona que por ejemplo no es ni del PP, ni de derechas, le pague dinero a dicho partido. Todavía recuerdo como montaban en cólera ciertos personajillos con el tema de que la Iglesia recibía dinero público hasta que se decidió que quien quisiera marcara o no una casilla para que SU dinero fuese a la labor social de la Iglesia. Pues a ninguno de esos "iluminados" se le ha ocurrido, al menos sugerir tal cosa, pareciéndoles bien que los partidos, cada vez menos representativos debido a sus muchos desmanes, se financien con dinero público.
Si el motivo de no querer la autofinanciación es por la crisis económica y para no pasar apuros que se aguanten. Que sepan lo que le cuesta a una empresa llegar a fin de mes y que sean mejores gestores y lleven a diario sus cuentas.

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