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jueves, 22 de agosto de 2013

El espionaje y sus complices

A mi, como a muchos, no hace falta que salgan soldados o espías a decirnos que los Estados Unidos espía a la gente porque si se le ha permitido todo siempre, ¿Qué les impide acabar con la vida privada de las personas?


Lo peor es que esto se ha hecho en connivencia con determinados países y organizaciones que no sólo no le han puesto trabas, sino que en como muchas otras cosas han actuado como corresponsables de actuaciones tan deleznables. Aunque si hay algo que destacar es que da igual que el Presidente de ese país que así mismo se considera defensor de la Democracia (aunque haya financiado dictaduras) sea republicano o demócrata o acabe de ser elegido de forma inexplicable Premio Nobel de la Paz (claro, es que Obama ha hecho mucho por la "Paz"), siempre han actuado, actúan y actuaran de la misma manera porque les importa bien poco los derechos fundamentales de sus ciudadanos, así como los del resto del mundo.
Aunque mucho cuidado. Por ahí he oído hablar del soldado que revelo los documentos a Wikileaks o del tal Snowden como heroes. Recordemos que esos supuestos "héroes" participaron del complot mundial para espiar por orden de sus propios mandos. De hecho, Snowden era espía. Esto es como si un ladrón se arrepiente de haber robado. Esta bien, pero eso no lo convierte en un héroe.
La solución clara a esto es más que evidente, aunque pocos países y organizaciones están dispuestos a hacerla. Es acabar con los desmanes de los Estados Unidos, los cuales por tanto permitirles hacer lo que les ha dado la real gana, han hecho precisamente eso hasta el punto de saltarse todas las leyes escritas y no escritas, entre ellos el respeto a la privacidad de las personas.
Ésto no significa que haya determinados documentos sobre personas sospechosas de delitos a los que se deba investigar, pero eso no tiene que dar a ningún país carta blanca para hacer lo que les da la gana.

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