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miércoles, 17 de julio de 2013

Genios de la Literatura: Miguel Hernández

Miguel Hernández representa a uno de los muchos talentos literarios salido de zonas humildes y que destacan por su portentosa calidad creativa que, aunque en algunos casos, puede resultar algo tétrica, son un orgullo para las letras castellanas, dado la época convulsa que le toco vivir: la época de la Guerra Civil.

 
Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela, el 30 de Octubre de 1910, siendo el segundo hijo varon de una familia dedicada a la crianza de ganado. Desde muy temprano se dedico a pastorear cabras. Entre 1915 y 1916 fue escolarizado en Nuestra Señora de Monserrat y entre 1918 y 1923 hizo recibió educación primaria en las escuelas del Amor de Dios. Hace mucho tiempo se pensaba que Miguel Hernández era un pastor inculto que gracias a la II República recibió cierta educacion y fruto de ello se dedico a la poesía en tan breve periodo de tiempo, gracias al sistema republicano. Por lo que vemos, dicha información fue propagada por la República y no tiene nada que ver con la realidad.

 
en 1923 pasa a estudiar el bachillerato en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, regentado por los Jesuitas, los que le proponen para una beca con la que continuar sus estudios, que su padre rechaza. Su padre nunca vió bien que su hijo se dedicara a estudiar y en 1925, Miguel abandono sus estudios para dedicarse al pastoreo, mientras escribía sus primeros poemas.

 
No obstante, de forma habitual pasaba por la Biblioteca Publica, instruyendo intelectualmente, formando un grupo literario junto a otros jovenes de Orihuela. Los principales participantes en aquellas reuniones son, además de Hernández, Carlos Fenoll, Efrén Fenoll, Manuel Molina, y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de "Ramón Sijé", al quien, tras su muerte, Miguel dedicaría una Elegía debido a la profunda admiración que sentía por éste. A continuación les dejo unos versos de dicha Elegía, la cual recomiendo fervientemente su lectura completa:

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

El 25 de marzo de 1931, con tan sólo 20 años, obtuvo su único premio literario de su vida concedido por la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano con un poema de 138 versos titulado "Canto a Valencia" con el lema Luz..., Pájaros..., Sol... El tema principal era el paisaje y las gentes del litoral levantino destacando el mar Mediterráneo, el río Segura y las ciudades de Valencia, Alicante, Murcia y Elche.
Debido a la reputación que obtuvo Miguel gracias al Premio y a las diversas publicaciones de sus poemas, a finales de 1931, viaja por primera vez a Madrid. Las revistas donde publican sus poemas, le ayudan a buscar empleo, pero esto no fructifica y se ve obligado a volver a Orihuela. Dicho viaje le inspiró para la realización de su obra "Perito en lunas".
Ésto no le desanimo y volvió a Madrid, con mejor suerte. Logra ser nombrado colaborador en las Misiones Pedagógicas y más tarde se le escoge como secretario y redactor de la enciclopedia "Los Toros" cuyo director y principal redactor, José María de Cossío fue un entusiasta admirador de él. Durante esa epoca, mantiene una relación con la pintora Maruja Mallo, que le inspira parte de los sonetos de "El rayo que no cesa". Traba amistad con dos grandes genios literarios: Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. La poesía de Miguel de esos tiempos, se hace más social y manifiesta su compromiso con los que sufridores de esta sociedad. En 1936 estalla la guerra civil.


Miguel Hernández se alista en el bando republicano, dada sus convicciones muy cercanas al Partido Comunista. Participa en la batalla de Teruel, Andalucia y Extremadura. Pero, En plena guerra, logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa, teniendose que ir a los pocos días al frente de Jaén. Esa guerra, no corto la progresión literaria de Miguel, que siguió escribiendo diversos poemas. 
En el verano de 1937 asistió al II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas que se celebro en Madrid y Valencia, y más tarde viajó a la Unión Soviética en representación del gobierno republicano. Posteriormente escribió el drama "Pastor de la muerte" y numerosos poemas recogidos más tarde en su conocida obra "El hombre acecha". Ese año nace su primer hijo Manuel Ramón y en 1939, su segundo hijo Manuel Miguel, al quien dedica su conocido poema "Nanas de la Cebolla". 


En Abril de 1939, se acababa la guerra civil con la victoria del bando liderado por el General Franco y Miguel, tras ir de tapadillo por su propio País, llegó a Portugal, siendo entregado por el Gobierno de Salazar, acabando en la cárcel de Sevilla.
Desde allí recibe cartas de su mujer. En una de ellas, le menciona que sólo tenían pan y cebolla para comer, lo que le da pie a escribir "Nanas de la Cebolla". Tras pasar por Madrid, acaba saliendo gracias a las gestiones de Pablo Neruda ante un Cardenal. Tras volver a Orihuela, fue delatado y detenido, acabando en la cárcel de su ciudad natal. Tras pasar unos años en Orihuela, fue trasladado a Alicante, donde coincidió con Buero Vallejo. Allí se le conmutaría la pena de muerte por la de treinta años. Miguel no aguantaría tanto. Allí enfermaría de tuberculosis, que se complico con otras enfermedades como la bronquitis y el tifus.


Fallecería en prisión el 28 de Marzo de 1942. Fallecía uno de los grandes poetas de entreguerras en castellano, de quien les dejo uno de sus más recordados poemas:

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos. 

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas. 

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo. 

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada. 

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

Uno de los grandes poemas de Miguel Hernández, todo un canto a la libertad por el que se debe dar todo, incluso, la vida.
Su vida y obra se pueden consultar en: Miguel Hernández - Wikipedia 

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