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jueves, 27 de junio de 2013

Sin oficio, ni beneficio

Uno que ve "los toros desde la barrera" no puede expresar su hartazgo, viendo como los políticos nombran a otros políticos que no han hecho otra cosa en la vida que ser precisamente políticos como sus sucesores. Ahora resulta que se va otro personaje que lleva viviendo de la política mucho tiempo como es el Presidente de Andalucia (merced a su pacto con IU) y suena en las posibilidades de sucederle una tal Susana Díaz, que es actualmente Consejera de Presidencia e Igual y que resulta es otro ejemplo clarísimo de como medrar en política a costa del partido, estando metida en el PSOE desde la adolescencia. ¿Pueden creerse que esta es una persona adecuada para dirigir una región tan corrupta y pobre (gracias a sus Gobernantes) como es Andalucia?

 
De eso podíamos citarle muchos ejemplos recientes. Los hay en todos los partidos, pero en esta época hemos sido testigos como auténticos incompetentes han llegado a ser Ministros de España (Pajín, la Ministra de Igualdad cuyo nombre no quiero acordarme, ...). Yo creo, como cualquier persona, que un ciudadano tiene que tener verdadera vocación por la política, pero no como han hecho muchos que sólo la quieren para subir escalones, sino como verdadero interés social, por ayudar a sus conciudadanos, en definitiva, preocuparse de los problemas que aquejan a la sociedad que les ha tocado vivir  resolverlos.
Las sucesiones "a dedo" y la llegada al poder del mñas inutil (intelectualmente hablando) se ha convertido en uno de los grandes males de España, llevando al país a las más altas cotas de miseria en mucho tiempo. Un país como España no puede permitir que los partidos políticos y sus acolitos la destrozen más. Hemos de acabar con esta partitocracia absurda que, hay que decirlo, hemos permitido que se forme, y plantear un regeneracionismo social para llevarlo a efecto. Que los partidos políticos, como otros organismos, esten dispuestos a que el país crezca y no que algunos "crezca" (notese mi ironia) a costa del partido cuando no han hecho nada en su vida. La Democracia tiene que protegerse contra los indeseables que pretenden destruirla. Y con destruirla no me estoy refiriendo a que alguién pueda llegar a platear otro Sistema, dictadura (horrible) o anaquía (demencial), sino a aquellos que a costa del partido quieren ocupar los puestos más relevantes, evitando que otras personas capaces y preparadas puedan llevar a la buena senda al país, tanto en medio de esta sangrante crísis economica, sino de valores.

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