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martes, 25 de junio de 2013

Opinar es gratis

Imaginense un país cualquiera. En ese país, se levanta todos los días un periodista para comenzar su programa. Y resulta que todos los días de la semana se levanta con la idea de "crucificar" a un Ministro que lo esta haciendo rematadamente mal. Que el periodista constantemente le esta diciendo lo que tiene que hacer y como y que es un inútil que debería estar en la cola del paro por incompetente. Un buen día resulta que ese Ministro presenta su dimisión. El Presidente consternado le pregunta: "¿Cuál seria el mejor para subtituirle?" El Ministro saliente le responde con una sonrisa irónica: "Creo que se cual puede ser su hombre". Pues a la mañana siguiente, el periodista se levanta como todos los días y oye para su asombro en las noticias que va a ser nombrado Ministro: "Pero si yo no sabría por donde empezar. Soy periodista, no político". El Presidente le contesta: "Pero usted no estaba todas las mañanas diciendo como se ha de hacer determinado asunto. Pues hagalo". Como moraleja les diré que del dicho al hecho hay un trecho y que el periodista metido a Ministro resultó un desastre.

 
Esta historia viene a colación de cuantos debates vemos a periodistas levantarse todos sus días, diciendonos sus recetas para salir de la crisis o para resolver determinado asunto, que el Ministro que esta es un incompetente. La idea no es decir que el Ministro sea o no un inútil. Eso no viene al caso. La idea es decir que para ser más útil al país hay que ser consecuente con lo que se hace y tener por lo menos un poco de respeto, no ya por los políticos (que lo pueden hacer mal), sino por los que los leen o los escuchan. Esto es como cuando la Selección Española de Fútbol no se comía un colín y cada ciudadano (futbolero como no) le decía al seleccionador de turno a quien debía o no debía llevar. 
Evidentemente la historia inicial que les he contado no se va a cumplir, aunque sería gracioso que así fuera, para que veamos si esos genios de la finanzas, de la justicia o la educación que han acabado al periodismo se comprometen ha hacer lo que han dicho y opinado. A ver si son tan valientes y salimos de esta crisis tan lastimosa en las que nos han metido, según ellos "por no hacerles caso" (la burbuja inmobiliaria se veía venir y esas cosas que siempre nos están repitiendo).

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