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miércoles, 1 de mayo de 2013

Sindicalismo a la deriva

No les engañe el título de mi entrada. No se trata de criticar al sindicalismo de entrada. De hecho el sindicalismo, al igual que los partidos políticos, es algo muy necesario en un país con Democracia.
De lo que se trata es de poner de relieve la actitud de los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO), unos sindicatos que hoy por hoy no tienen sentido en la sociedad actual. En primer lugar a destacar su carácter puramente ideológico, algo que no debe ser nunca la tarjeta de visita de ningún sindicato. Un sindicato debe estar por y al servicio de los trabajadores, así como de apoyar a aquellos que tristemente se han quedado sin empleo y no, al fin y al cabo, de las siglas de determinado partido (no nos engañemos UGT es el PSOE o CCOO es comunista). Los sindicatos de clase tienen a medida que pasa el tiempo menos cavida en una sociedad democrática porque reflejan un tiempo muy lejano en la que los partidos como el PSOE tenian que hacer valer su fuerza a favor del obrero teniendo otra organización de apoyo a los mismos.

Pablo Iglesias, fundador del PSOE y UGT
Evidentemente, a destacar las ingentes subvenciones que se llevan porque se supone que son necesarios para un Estado democrático. Es algo que no se puede consentir porque, al igual que partidos políticos y patronal (que también se llevan lo "suyo"), todas y cada una de las organización deben financiarse con el dinero de sus propios afiliados. 
Afortunadamente, los sindicatos de clase cada vez tienen menos afiliados porque los ciudadanos se han dado cuenta que forman parte del problema y que es impensable (al menos así lo veo) el hecho de subvencionar a unos sindicatos con un patrón ideológico determinado que al final acaba defendiendo sus propios derechos ideologicos o de partido por encima de unos trabajadores a los que dice defender.
Pero si hay una cruz, también hay una cara y son los sindicatos sectoriales. Aquellos que si se esfuerzan por sus trabajadores independientemente de la ideología que profesen y que a lo mejor no están tanto en los periódicos o en las televisiones (y total para decir lo mismo, como otros que yo me se), sino que desde una posición callada, actúan por los derechos de sus afiliados. Siempre aplaudire el derecho de los sindicatos a protestar, pero no por una cuestión política, sino por una cuestión laboral y reivindicatica.
Fijense, algo que debería ser evidentemente y que, sin embargo, parece que no lo es tanto para una parte de la sociedad.
Para finalizar quisiera, en un día como el del trabajo, desear toda la suerte del mundo a aquellos parados, los cuales lo estan pasando tan mal debido a esta situación tan complicada y que encuentren trabajo lo más pronto posible.

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