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domingo, 24 de abril de 2016

Aquel asesinato en el Orient Express

Fue leer esta novela y "enamorarme" al instante de Agatha Christie. En ella había suspense, historias cruzadas y un asesinato que uno de los mejores detectives de la ficción Herculé Poirot (es belga, no francés) era puesto a prueba con un crímen extraño de un hombre igualmente extraño, que buscaba escapar de algo que hasta su propio asesinato no fue descubierto. Era el responsable del secuestro y terrible asesinato de una niña de nombre Daisy, que derivó en unas consecuencias trágica para una familia acomodada como los Armstrong. 12 personas son los posibles culpables; 12 personas, que aparentemente no tienen nada que ver y al que un asesinato ha juntado. Y tal asesinato tuvo lugar en el Orient Express.


Un temporal de nieve los mantiene aislado y será en ese momento cuando Poirot investigará a los sospechosos. Sin contar nada relevante (el final, si no lo han leído, es sorprendente), les puede decir que la historia sigue la estructura de toda obra de suspense. Unos hechos anteriores que serán vitales para revelar la identidad del asesinado, un ambiente cerrado, unos sospechosos que aparentemente no se conocen, interrogatorios llevados a cabo por Poirot que le lleva a sacar unas conclusiones, reuniendo a los posibles culpables en una sala donde les dirá no sólo sus conclusiones, sino, lo más importante, el porque ha llegado a tales conclusiones. El estilo Poirot. 
La novela comienza en Alepo para terminar en el reconocido Orient Express, el cual es considerado como uno de los trenes más lujosos del mundo con pasajeros que en durante otras épocas iban desde millonarios burgueses hasta miembros de la aristocracia europea. 
Asesinato en el Orient Express, publicado el 1 de Enero de 1934 resultó un éxito rotundo y críticas como las de The Guardian llegaron a decir que el asesinato podría haber sido "perfecto", si Poirot no hubiese estado en el tren. Del libro han hecho diferentes películas, aunque la más que se acercó al espíritu de la misma sería la de 1974 dirigida por Sidney Lumet, contando con interpretes del calibre de Ingrid Bergman, Lauren Bacall, Sean Connery y Jacqueline Bisset entre otros. 


Lo que podemos decir es que esta novela confirmó dos evidencias: Que las novelas de Herculé Poirot eran de lo mejor dentro de la palabra escrita y que Agatha Christie era la Dama del Misterio... y todavía quedaban muchas historias del celebre detective belga.

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