miércoles, 31 de julio de 2013

Genios de la Literatura: Fiódor Dostoyevski

Si hay uno de entre la cantidad de literatos que supo captar la psicología del ser humano ese fue Fiódor Dostoyevski, que junto a Tolstoi, es uno de los grandes de la literatura rusa en un tiempo complicado en el que Rusia estaba gobernada por Zares.

 
Fiódor Mijáilovich Dostoyevski nació en Moscú, el 11 de Noviembre de 1821 (según el calendario juliano, el 30 de Octubre), siendo el segundo de siete hermanos. Su infancia fue muy parecida a la de los niños de esa época. Su padre, médico del hospital para pobres Mariinski, era extremaamente autoritario y su madre era todo amor para sus hijos. Cuando contaba con once años de edad, la familia se trasladó a la aldea de Darovóye, en Tula, ya que su padre había adquirido unas tierras.
En 1834 ingresa, junto con su hermano Mijaíl, en el pensionado de Chermak, donde cursaran los estudios secundarios. Su madre muere por tuberculosis en 1837, generándole al padre una depresión que lo lleva al alcoholismo. Fiódor y Mijaíl fueron enviados a la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo. Allí comenzaría a interesarse por la literatura leyendo a los clásicos más grandes: Shakespeare o Victor Hugo estaban entre las lecturas de cabecera del futuro escritor.
En 1839, le llegó la noticia de que su padre había fallecido por causas desconocidas (algunos dicen que se metió en una pelea de tabernas).  Fiódor se culpó siempre de la muerte de su padre, ya que en muchas ocasiones la había deseado, dado sus brutales arranques de ira, que se agravaron aún más con la muerte de su madre.
En 1841, Dostoyevski fue ascendido a alférez ingeniero de campo. Ese año, escribió dos obras teatrales "María Estuardo" y "Boris Godunov", las cuales estaban muy influidas por el poeta prerromántico alemán Friedrich Schiller, del que era admirador.

Con el uniforme de Ingeniero Militar

En aquella época, comenzó a tener ataques epilepticos que fueron a más a medida que pasaban los años. Terminó sus estudios de Ingeniería en 1843 y, después de adquirir el grado militar de subteniente, se incorporó a la Dirección General de Ingenieros en San Petersburgo.
Tras traducir al ruso, la novela "Eugenia Grandet" de Honore de Balzac, se decidió a escribir sus propias obras. Publico "Pobres Gentes", ganándose el aprecio del público, que veía en el joven Fiódor a un escritor con mucho futuro.
Pero, sus penurias comenzarían cuando fue arrestrado, acusado de formar parte de un grupo que pretendía atentar contra el Zar, Nicolas I. Su pena fue conmutada (por bien poco, pues ya estaba dispuesto a morir en el pelotón de fusilamiento) por trabajos forzados en Siberia durante cinco años.
En 1854, sería liberado y se incorporo al ejército como soldado raso como parte de su castigo. En la fortaleza de Semipalátinsk en Kazajistán. Allí conocería a María Dmítrievna Isáyeva, esposa de un conocido suyo en Siberia. Los dos se casarían en 1857, tras el fallecimiento de su marido. Pero eso no fue lo único bueno que le paso a Fiódor ese año. El Zar decreto una amnistia que lo beneficiaba, el cual recupero su estatus y pudo publicar sus obras.

Tras su exilio en Siberia

Durante esa etapa, Dostoyevski era un cristiano convencido y defensor de una sociedad más involucrada con los problemas de su país, que en este caso pasaba por una Rusia muy empobrecida, donde la mayoría de su población era analfabeta. No obstante, Fiódor se dedico a criticar al socialismo en obras como "Los Endemoniados" y "Diario de un Escritor", acusando a sus partidarios de desconocer los problemas del pueblo ruso, siendo posible la implantación de un sistema socialista en su país. También consideraba que la Iglesia Católica no tenía nada que hacer en Rusia frente a la preponderancia de la Iglesia Ortodoxa. Además, Dostoyevski fue muy crítico con el ateísmo que pregonaba el socialismo, declarándose ferviente defensor del pacifismo y que cualquier método violento para alcanzar algo es totalmente rechazable.

Su segunda esposa, Anna Grigórievna Snítkina

Durante esos años, publicó "Humillados y ofendidos" y "Recuerdos en la Casa de los Muertos", basado en su periplo siberiano, además de otras obras que no alcanzaron el éxito esperado. Su esposa moriría, sumiendo en una depresión al escritor, que sin embargo siguió publicando obras y artículos en diferentes revistas y periódicos.


En 1865, se publicaría una de sus obras más reconocidas "Crimen y Castigo", una de las novelas más grandes de su país. Dostoyevski se casó con su taquígrafa, Ana Anna Grigórievna Snítkina, la cual lo había ayudado en tiempo record a publicar su novela "El Jugador" en conformidad con el contrato adquirido por la editorial.
Se trasladarían a Ginebra, en Suiza, donde escribiría su novela "El Idiota" cuya primeras partes se publicarían en "El Mensajero Ruso". Allí tendrían a su primera hija, Sonia, que murió a los tres meses, lo que produjo una depresión al escritor. Para salir de tan duro trance, la pareja viajo a Italia, visitando sus principales ciudades. En 1869, partieron hacia Dresde, donde nació su segunda hija, Liubov. En 1871, volverían a Rusia, donde nacería su tercer retoño, Fiódor. Pudo alquilar una casa en San Petersburgo, pero a pesar de los éxitos derivados de sus trabajos, los acreedores lo acosaban por sus muchas deudas. 
Sin embargo, su labor ingente la llenaba con determinado artículos en diferentes publicaciones. Durante esos años, escribió y publicó otras de sus grandes obras, "Los Hermanos Karamázov". En 1875 nació su cuarto hijo, Alekséi.

Cartel  de la película basada en una de sus grandes obras

Dostoyevski era un hombre muy respetado y se movía en los ambientes literarios de su país, siendo muy requerido por los intelectuales de su época. En 1877, moría Nikolái Nekrásov, uno de sus grandes amigos, yendo la pareja al funeral. 

 
En 1880, Dostoyevski participó en la inauguración del monumento a Aleksandr Pushkin en Moscú, donde pronunció un célebre discurso sobre el destino de Rusia en el mundo. El 9 de Febrero de 1881 (segúne l calendario juliano, el 28 de Enero) fallecía en su casa de San Petersburgo uno de los autores rusos más insignes y reconocidos de su tiempo, junto a Tolstoi, cuyas obras son el ejemplo perfecto de buena literatura, capaz de captar los sentimientos del ser humano a raíz de sus propias experiencias.
Su vida y obra se pueden consultar en: Fiódor Dostoyevski - Wikipedia 

Las filtraciones

Decía Manuel Azaña que "lo mejor para guardar un secreto en España, es ponerlo en un libro". Aparte de decir que los españoles no leen mucho precisamente (algo que es evidente), daba a entender que en España es difícil guardar un secreto dado el afán cotilla de algunos. Y es verdad. No pasaron ni los días, cuando ya han salido en los periódicos información sobre lo que contienen las cajas negras (cuando todavía se esta investigando).


Ya hay que poner coto a todo eso. No puede ser que en un país que pretende ser democratico, cada vez que exista una investigación judicial acabe saliendo en los medios. Debería haber una investigación muy a fondo para saber quien filtra determinadas informaciones a los periodistas y castigarlo de la forma más ecuánime. Pero los periodistas no es que sean precisamente ángeles que les llega una información, aunque sea secreta, y tengan la obligación "moral" de publicarlo. La libertad de expresión esta muy bien, pero mejor me parece que una persona que se esta jugando su libertad tenga un derecho apropiado a su defensa y que las victimas, desgraciadamente muchas, así como sus familias, no lean, ni vean informaciones en los medios, sino que sea un juez el que les diga los resultados de sus pesquisas. 
En España, parece que la libertad lo aguanta todo y no es así. Es como si yo tengo un conflicto con una persona y le pego un puñetazo porque me ampara la libertad de hacerlo. La libertad de expresión no es eso. La libertad de expresión es si yo tengo un litigio, la ley me ampara a denunciar a esa persona, la cual tendra todo el derecho a una defensa.
Me parece indignante que no se haya hecho sino abrir las cajas negras yya tengamos información de todo tipo, que ya es debatida por expertos de todo pelaje, incluido los contertulios de cabecera, los cuales algunos acusan sin paliativos al maquinista de la tragedia y otros lo exoneran. Ni culpable, ni inocente. Eso, aunque sea una perogrullada, lo decidirá un juez. Un juez que, por cierto, todavía esta investigando el contenido de la caja negra. Yo, si fuera él, miraría quien esta a su lado, no vaya a ser que después vaya al periodista de turno para darle toda la información.

lunes, 29 de julio de 2013

Clásicos Inmortales: El Fantasma de la Opera

Película de terror basada en la obra homónima de Gaston Leroux y que tiene como principal atractivo la actuación sobresaliente, así como el maquilla infernal de Lon Charney en su papel de fantasma. 

 
En la Opera de París hay rumores de que un fantasma vaga por la misma, hasta el punto de reservar el palco Nº 5 para ver las representaciones. El fantasma (Lon Chaney) esta obsesionado por que Christine Daaé (Mary Philbin) haga de Margarita en la obra "Fausto" hasta el punto de que advierte a los dueños de la Opera que si ésta no aparece en la obra, que se atengan a las consecuencias. La madre de la inteprete inicial Carlotta (Mary Fabian), también recibe una carta diciéndole que su hija no debe actuar. Ésta enferma y Christine puede interpretar esa noche al personaje de Margarita. Christine oye una voz melodiosa que le dice que le enseñara todos los secretos de la música, pero para ello tendrá que dedicarse exclusivamente a eso, dejando, incluso, a su prometido el Vizconde Raoul de Chagny (Norman Kerry), hermano del Conde Philip de Chagny (John St. Polis). Ella le envía una carta a Raoul diciéndole que no pueden volver a verse.


La noche siguiente, reciben la advertencia del fantasma que esta vez no es atendida y es Carlota la que hace de Margarita. En un momento de la actuación, el fantasma hace caer el candelero gigante que ilumina la sala provocando un desastre sin precedentes.
Con Christine en su camerino, el fantasma mediante engaños la lleva hacía los sótanos de la Opera, su morada. Raoul que estaba escondido en el camerino, no puede hacer nada por evita que Christine siga al fantasma. La joven, ya en la guarida se da cuenta de que el misterio "ángel de la música" es en realidad el fantasma y cae desmayada. 

Christine en los sotanos de la Opera

El fantasma esta perdidamente enamorado de Christine, diciendole que su nombre real es Erik y que fruto de ese amor podía redimirse y confiar nuevamente en la sociedad que lo ha sepultado en los sucios sótanos de la Opera. Erik le dice a Christine que, en atención a su amor, no debe quitarle la mascara. Pero en un momento de descuido de Erik, cuando esta tocando el piano, le quita la mascara, comprobando su deformidad, quedando horrorizada ante su horroroso rostro. 

 
El fantasma se ve traicionado por Christine a la que ama, pero ve en su deformidad un muro infranqueable para ganarse el amor de la joven. Sin embargo, accede a liberar a Christine con la condición de que sera de él para siempre y si la encuentra junto a Raoul los matara a los dos.

El fantasma en la fiesta de disfraces
 
A pesar de las advertencias del fantasma, Christine concierta un encuentro con Raoul durante la fiesta de disfraces de la Opera, donde le dice lo ocurrido. No contaba con que el fantasma, que asistió a la fiesta (en una caracterización muy parecida al relato de la muerte roja, en clara referencia a Edgar Allan Poe), los estaría observando. El fantasma, llenó de celos, rapta a Christine. 

Ledoux y de Chagny en busca del fantasma y Christine
 
Raoul y el Inspector Ledoux (Arthur Edmund Carewe), que estaba tras la pista del supuesto fantasma, siguen su pista. Philip va tras ellos, pero es ahogado por el fantasma. Mientras Raoul y Ledoux, sin ellos saberlos, son atrapados en una de las múltiples trampas del fantasma, la cual se va llenando progresivamente de agua. Sin embargo, consiguen escapar. El fantasma consigue hacerse con un carruaje a la salida de la opera, mientras que lo persigue una muchedumbre con la intención de acabar con un personaje que ha generado tantas desgracias. Christine cae del carruaje, siendo socorrida por Raoul. El fantasma es apresado por la gente y arrojado al Sena. En la última escena podemos ver el cuerpo del fantasma, tras haberse ahogado.

 
Película que, a pesar de tener varias diferencias con la obra original, todo el mundo recuerda por el aspecto tetrico de Chaney, aderezada con una espectacular actuación. En este caso, la bestia (Erik/el fantasma) no tiene posibilidad de redención, dado los crímenes que ha llegado a cometer y ni siquiera el amor hacía Christine puede salvarle.

Ficha

Dirección
Rupert Julian
Producción
Carl Laemmle
Guión
Elliott J. Clawson
Raymond L. Schrock
Bernard McConville
Jasper Spearing
Richard Wallace
Walter Anthony
Tom Reed
Frank M. McCormack
Obra: Gaston Leroux
Fotografía
Milton Bridenbecker
Virgil Miller
Charles Van Enger
Montaje
Edward Curtiss
Maurice Pivar
Gilmore Walker

Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1925
Género
Terror, Drama
Duración
93’

Protagonistas

Actor
Personaje
Lon Chaney
Erik/El fantasma
Mary Philbin
Christine Daaé
Norman Kerry
Raoul de Chagny
Arthur Edmund Carewe
Inspector Ledoux
Gibson Gowland
Simon Buquet
John St. Polis
Philip de Chagny
Snitz Edwards
Florine Papillon
Mary Fabian
Carlotta
Virginia Pearson
Madre de Carlotta
 
Desenmascaramiento del fantasma